Todos contra todos, el tenso colofón del debate Cepeda-Uribe
No sólo se habló de violencia, también se hicieron fuertes acusaciones entre políticos de derecha e izquierda.
Noticias RCN
septiembre 17 de 2014
06:34 p. m.
06:34 p. m.
El debate convocado por el senador Iván Cepeda, que conto, al menos en parte, con la presencia del expresidente Álvaro Uribe, fue sobre paramilitarismo, pero también sobre muchos otros temas de la agenda nacional. En él se habló de la violencia de las Farc, de la corrupción en las altas cortes y el Congreso y hasta de la necesidad de crear un nuevo tribunal que se encargue de juzgar a parlamentarios.
El debate empezó con una hora y media de retraso. Estaba programado para las 9:00 de la mañana, pero no fue sino hasta las 10:30 a.m. cuando Cepeda al fin pudo tomar la palabra. El tiempo anterior se fue en resolver impedimentos y en dejar claro si el nombre de Uribe sería o no usado durante la intervención del parlamentario, quien ya había sido advertido por la bancada uribista de que su curul sería demanda si llegaba a usar nombres propios, y en especial el del exjefe de Estado.
Pero los minutos perdidos al inicio fueron ampliamente repuestos. El debate se extendió por más de nueve horas, obligando a cancelar la plenaria del Senado que estaba programada para horas de la tarde. Esto, porque luego de la intervención de casi una hora de Cepeda vino la de Uribe, que tardó hora y media, y, luego, uno tras otro, parlamentarios como Paloma Valencia, Claudia López, Viviane Morales, Carlos Fernando Galán, Mauricio Lizcano tomaron la palabra para hablar sobre temas como las Farc, el tratado de extradición y la influencia del narcotráfico en la política del país.
Todos contra todos
Durante 90 minutos el senador Cepeda presentó ante los congresistas e invitados, entre quienes estaba el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, un resumen de las supuestas relaciones de Álvaro Uribe con miembros del narcotráfico de Medellín y reconocidos líderes paramilitares.
Tan solo minutos después de iniciada su intervención, Uribe, quien llegó cerca de las 9:00 de la mañana al recinto, pidió la palabra y anunció que se retiraría "transitoriamente" para ir a la Corte Suprema a presentar una denuncia oficial en contra de Cepeda por 'farcpolítica', y en contra del gobierno de Juan Manuel Santos, por supuestamente estar detrás de la organización del debate.
Esta situación generó una ola de reacciones en las redes sociales. Para las 11:00 de la mañana, las diez tendencias de Twitter en Colombia eran sobre el debate. Etiquetas como #DebateParamilitarismo y #SeRetiraComoUribe, o palabras como Serpa, Cristo, Paloma Valencia y Chamorro se posicionaron como lo más trinado hasta final del día.
Pese a la ausencia de Uribe, Cepeda continuó con su intervención, señalando al expresidente de haber otorgado licencias de uso de pistas y hangares a miembros y socios de grupos mafiosos como el Cartel de Cali y la familia Ochoa durante los años en los que estuvo al frente de la Aeronáutica Civil. También aseguró que Álvaro Uribe fue miembro principal de la Junta Directiva de la empresa de Luis Carlos Medina, banquero del Cartel de Medellín condenado por el homicidio de Guillermo Cano, exdirector del Espectador.
El parlamentario de izquierda también acusó al hoy senador del Centro Democrático de tener estrechas relaciones con grupos paramilitares. "Hay dos sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que hacen referencia a distintos hechos ocurridos durante el periodo de gobernación de Antioquia, donde Uribe no atendió las denuncias de paramilitarismo de ciudadanos, frente a las que tuvo una actitud omisiva", aseguró Cepeda ante el auditorio, lleno de miembros de la bancada uribista, pero sin Uribe.
Para apoyar sus denuncias, el senador presentó una batería de documentos, entre ellos, declaraciones de exjefes de las AUC, como Salvatore Mancuso, quien confesó haberse reunido en repetidas ocasiones con el entonces gobernador de Antioquia. El primer encuentro entre ambos se habría producido durante una carrera de caballos a principios de los años 90 en Montería; y la segunda, cuando Uribe ya era gobernador, en la hacienda El Ubérrimo, propiedad del expresidente.
Cepeda afirmó que Uribe se reunía habitualmente con el contable de las AUC, Jacinto Alberto Soto Toro, alias 'Lucas', de acuerdo a una serie de mensajes escritos por el propio paramilitar y que mostró Cepeda al Senado.
Poco antes de que el senador del Polo concluyera su intervención, Uribe regresó al recinto y se le dio la palabra. Antes, miembros de su bancada habían pedido que se le diera el mismo tiempo que a Cepeda, a lo que el presidente de la Comisión Segunda, Jimmy Chamorro, accedió, un poco a regañadientes.
Uribe empezó su discurso con una férrea defensa de su fallecido hermano Jaime, a quien Cepeda señaló de haber tenido una relación sentimental con una mujer que hacía parte de carteles mafiosos de México. Desde ahí, hizo un recorrido por su carrera política, sin referirse puntualmente a las acusaciones de su homólogo y sin nombrarlo siquiera.
Luego habló de la muerte de su padre a manos de guerrilleros de las Farc. En ese momento Uribe se puso de pie y alzó la voz para pedir que su memoria no fuera mancillada.
El expresidente habló luego de sus años en la Aeronáutica Civil y se detuvo en su renuncia a la Alcaldía de Medellín porque supuestamente el entonces presidente Belisario Betancur pidió su cabeza por supuestamente tener vínculos con mafias locales. Uribe juró que el mismo Belisario lo llamó después para ofrecerle puestos en el Gobierno, lo que descartaría esa teoría.
Luego de hora y media de lo que usuarios de redes sociales calificaron como un "corte de cuentas" y un "repaso histórico personal", Uribe sacó las armas largas y disparó misiles no solo contra Cepeda sino contra Juan Manuel Santos y el senador Jimmy Chamorro.
Primero atacó a Cepeda a quien tildó de "mentiroso consumado" y de "aliado de las Farc". El expresidente aseguró que el nombre del senador estaba en el computador del abatido cabecilla de las Farc 'Raúl Reyes', lo que generó el pupitrazo de varios de los senadores de la bancada uribista.
Luego enfiló baterías contra la administración Santos. Dijo que el actual presidente fue elegido por una "alianza maldita entre Farc y bacrim" y reiteró denuncias hechas durante la campaña electoral, diciendo que los narcotraficantes financiaron al Jefe de Estado para lograr su llegada a la Casa de Nariño.
Antes de terminar, Uribe se dirigió al presidente de la comisión, Jimmy Chamorro, al quien le recordó que tuvo sus inicios en el Centro Democrático y le dijo que fue a su casa a pedirle apoyo para llegar al Senado. Según Uribe, Chamorro, quien fue elegido por el Partido de la U, "recibió cheques de la mafia". Acto seguido, Uribe tiró el micrófono y salió de la sala, seguido de varios senadores del Centro Democrático, sin escuchar la respuesta de Chamorro (Ver Uribe acusa a Chamorro de recibir dinero de narcos).
Luego, personas que estaban en el recinto escribieron en redes sociales que Uribe dijo "bandido", justo en el momento en el que Jimmy Chamorro le pedía que se quedara para escuchar su réplica.
Después de Uribe, otros senadores tomaron la palabra. Paloma Valencia afirmó que su jefe político era una suerte de Antonio Nariño y que la historia se encargaría de darle su lugar como uno de los hombres que cambió la historia de Colombia.
Claudia López, de la Alianza Verde, se refirió al senador Uribe como una "sanguijuela que se escapa por los pasillos".
Pero fue la declaración del Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, la que llegó a la primera plana de los medios: llamó "circo" las declaraciones de Uribe y lo acusó de levantar cortinas de humo para evadir los señalamientos (vea Gobierno califica como "circo" intervención de Uribe).
"No se puede venir a este debate, no escuchar al citante, salir, volver y convertir esto en un circo; en una estrategia que realmente afecta al Congreso y a su Comisión Segunda".
Al final, para algunos, se trató de un importante debate que no se veía hace mucho tiempo en el Congreso de la República. Para otros, la discusión superó las expectativas, pues Cepeda expuso sus acusaciones y contó con la presencia de Uribe, quien pudo defenderse. Para los más críticos, el tema central terminó diluyéndose en medio de los trapitos al sol que se sacaron unos y otros.
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