El limbo de la Séptima: del Transmilenio al corredor verde

En la tradicional e importante avenida carrera Séptima que atraviesa la capital del país ya no habrá Transmilenio.

“Era una obra mal planeada, era una obra que dañaba parte del patrimonio arquitectónico de Bogotá sobre la Séptima, era una obra no concertada con la comunidad, impuesta a la brava”, aseguró Claudia López, alcaldesa de Bogotá.

La Alcaldía revocó la licitación del sistema masivo por la Séptima, una obra de la que se viene hablando desde el 2004, pero que solo el exalcalde Enrique Peñalosa radicó en su plan de desarrollo y que sería adjudicada en mayo de 2020.

Vea también: Ya es oficial, no se construirá Transmilenio por la Séptima

Sin embargo, cuatro procesos judiciales no dejaron que la troncal viera la luz y ahora la séptima, será un corredor verde con una gran ciclorruta y espacio público para los peatones.

“El tema ambiental va a ser fundamental, es decir, básicamente se le va a dar mucha prelación al transporte sostenible, en bicicleta, caminata y lógicamente va a haber transporte público de pasajeros”, aseguró Diego Sánchez, director del IDU.

Según el Distrito, los proponentes se retiraron de manera voluntaria, es decir, no habrá contrademandas ni líos jurídicos y se recuperaron 2 billones de pesos.

No obstante, ya se invirtieron más de 200.000 millones de pesos en la adquisición de 256 predios, 194 comprados y 62 por cesiones. 10.213 millones de pesos en estudios y algo que tal vez, nunca se recupera: el tiempo.

“Hemos estudiado opciones de troncal de Transmilenio, opciones de APP de tranvía, una troncal light y vamos a volver a estudiar ahora un segundo corredor verde”, dijo Juan Pablo Bocarejo, exsecretario de Movilidad.

La troncal de Transmilenio por la Séptima no solo ha generado desgaste institucional, sino además amores y odios entre habitantes y urbanistas.

Le puede interesar: Plan de Desarrollo de Bogotá fue aprobado en el Concejo

Para Carlos Hernández, arquitecto y profesor de la Universidad Javeriana, “era un proyecto absurdo que destruía uno de los ejes más importantes de la ciudad a nivel histórico y patrimonial”.

Por su parte, Darío Hidalgo, experto en movilidad, aseguró que “el diseño esperamos que lo presente la administración en los próximos meses, tendrá una amplia discusión que debe priorizar la movilidad de personas y el espacio público”.

En el corredor verde tendrán prioridad peatones y ciclistas, también circulará el transporte público y no habrá privilegios para vehículos particulares.

¿En jaque el metro?

En octubre del 2019, fue adjudicada la primera línea del Metro de Bogotá, durante la administración del ex acalde Enrique Peñalosa. Con la megaobra, el Distrito debía cumplir con varios requisitos exigidos por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en donde la Séptima

cumplía un papel fundamental.

Los sistemas de transporte exigen para su financiación que el gobierno local deber poner mínimo el 30 por ciento de los recursos y el 70 por ciento, los aporta la Nación. Transmilenio por la Séptima fue aceptada por el Gobierno Nacional como contrapartida y así quedó en el convenio

Nación – Distrito, es decir, que por la Avenida Carrera Séptima debe haber un proyecto de transporte masivo que haga parte del sistema integrado de transporte regional.

De acuerdo con el ex secretario de movilidad de Bogotá, Juan Pablo Bocarejo con el corredor verde, “no se garantizaría ni la contraparte del 30 % del Distrito, ni el análisis beneficio-costo, ni la existencia de un plan regional de transporte masivo, generando un incumplimiento flagrante

del Distrito frente al proyecto Metro, firmado con una empresa china y con recursos de la banca multilateral, comprometidos con el aval de la Nación”

De acuerdo con la Alcaldía de Bogotá, la primera línea del Metro no se afectará con la construcción del corredor verde de la séptima. “lo que está establecido dentro del Conpes que determinó los corredores que hacen parte de las rutas alimentadoras del Metro de Bogotá, es que la

Séptima es un corredor complementario del sistema de transporte” aseguró Diego Sánchez, director del IDU.

Así las cosas,  la primera línea del Metro de Bogotá no se verá afectada porque el Distrito sólo debe garantizar una forma de movilización por esa vía, sostenible y rentable, sin importar el tipo de transporte.

La firma del acta de inicio de obra del Metro está prevista para octubre de este año. La construcción del viaducto comenzará 240 días después.  Con la firma arrancan las obras de adecuación de suelos en el patio taller.

NoticiasRCN.com