Atrapados por la guerra: más de 36.000 desplazados por el conflicto esperan poder volver a sus territorios

Toda una crisis se ha desatado en Colombia por cuenta de los enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y el ELN en el Catatumbo.

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A la fecha ya se completa una semana de horror y tristeza para los habitantes de esta zona del país.

La guerra entre los dos grupos armados ha dejado a más de 36.000 personas desplazadas. Han tenido que abandonar sus casas y su tierra para salvaguardar su vida.

Los muertos por esta ola de terror son cerca de 80, según cifras de la Defensoría del Pueblo, y según Medicina Legal, son 41 los cuerpos que llegaron a la entidad, incluido un menor de edad.

“Mi sueño es que diosito primeramente meta su mano y que algún día podamos reencontrarnos otra vez, ese es mi sueño, y le pido todos los días a Dios que ese sueño se haga realidad”, confesó Luz Prieto, desplazada del Catatumbo.

Hoy día son muchas las familias que llegan a Cúcuta huyendo de la violencia y en busca de otro destino, según ellos, hasta que todo vuelva la normalidad en su territorio.

“La gente dijo que no volvía más allá porque tienen miedo de que les vayan a hacer daño a su familia, a ellos mismos. Ellos dicen que no vuelven, pero esperamos que todo se arregle y que algún día podamos volver allá”, agregó Luz.

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Esta mujer y su familia son el reflejo de la zozobra que afrontaron en su amada Pacheli, zona rural de Tibú, pero se aferran a la esperanza de que la súplica por la paz, que hacen todos los desplazados, sea escuchada por los actores armados que se tomaron el Catatumbo.

“Si se mejora puede ser que retornemos porque lo que nos hizo salir fue el miedo de que le hicieran daño a nuestra familia. Gracias a Dios estamos aquí”, añadió.

Entre tantas preocupaciones que hoy viven, lo que más les quita el sueño es saber que algunos seres queridos permanecen en medio del conflicto.

“Nos queda todavía familia allá en el Catatumbo y le pedimos a Dios que todo se arregle por el bien de ellos", finalizó.

Como Luz y su familia, hoy son miles de ciudadanos los que toman la decisión de marcharse de la región en la que dejaron gran parte de su vida y sueños.