Cayó el ‘Monstruo de Tequendama’, presunto abusador de menores buscado por la Interpol
El sindicado fue capturado en una vía entre Bogotá y Mesitas. Tenía circular azul y era buscado en más de 196 países.
Noticias RCN
08:46 a. m.
Esta 11 de mayo la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, en coordinación con la Fiscalía, capturaron al ‘Monstruo de Tequendama’, señalado de abuso a menores y de pornografía infantil. El sujeto aceptó los cargos.
El señalado fue presentado ante un juez de control de garantías, quien dio legalidad a su captura y a la diligencia de allanamiento en su domicilio; una vez fue capturado por las autoridades, fue puesto en medida de aseguramiento.
Abuso a menores
Jairo Amaya Ruiz, conocido como el ‘Monstruo de Tequendama’, es un hombre de 58 años investigado por el abuso sexual a tres menores que hacían parte de su núcleo familiar. Además, también es señalado de acceder a una menor de 14 años.
Según los informes de la Policía Nacional, este sujeto grababa sus abusos y vendía los videos a pedófilos de Estados Unidos y Europa a través de la Dark Web. Por este motivo, tiene circular azul ante la Interpol y es buscado en más de 196 países.
“Jairo Amaya Ruiz es solicitado por los delitos de pornografía infantil, acceso carnal abusivo y acto sexual con menor de 14 años”, dijo el coronel Edwin Masleider Urrego, director de la Dijin.
En su vivienda encontraron más pruebas
Durante la diligencia de allanamiento la Policía encontró un disco duro y tres celulares los cuales tendrían videos y datos de su actuar criminal. Estos dispositivos ya están siendo objeto de análisis forense digital.
“Según los elementos materiales probatorios y evidencia física recopilados durante la investigación, el presunto abusador habría subido a la red de internet alrededor de 379 imágenes y videos con contenido explícito de abuso sexual de menores, en los que aparecía él, en reiteradas ocasiones cometiendo vejámenes y aberrantes actos contra las tres menores”, dijo el uniformado.
La forma en que este criminal ocultaba sus abusos a menores era induciendo al silencio de sus víctimas con amenazas o sobornos con celulares, dinero, dulces y paseos.