Con desórdenes culminó la última marcha estudiantil del año

Este jueves se llevó a cabo la última jornada de marchas de los estudiantes en todo el país que dejó algunos hechos de vandalismo y caos vehicular principalmente en Bogotá.

En la capital colombiana, y como es ya costumbre desde que comenzaron las movilizaciones estudiantiles el pasado 11 de octubre, los jóvenes impidieron el normal tránsito del servicio de Transmilenio.

En varias estaciones ubicadas sobre la avenida Caracas los manifestantes hicieron grafitis.

En otras zonas de la ciudad las estaciones debieron ser evacuadas debido a que en las inmediaciones se enfrentaron los estudiantes y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía.

Lo anterior generó no solo trancones de hasta tres horas, sino que obligó a muchos ciudadanos a tener que caminar grandes distancias para llegar hasta sus destinos ante la imposibilidad de utilizar el transporte público.

Además de las marchas, hoy se celebró la tradicional jornada de ciclovía nocturna lo que hizo aún más difícil el retorno de los bogotanos a sus hogares.

Los estudiantes se encadenaron en la Iglesia de San Francisco en Bogotá y siguen reclamando al Gobierno 3,2 billones de pesos para garantizar el funcionamiento de las universidades públicas y 15 billones de pesos más para inversión en infraestructura.

Las marchas convocadas por la Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior (Unees) tuvieron hoy un componente adicional ya que también los jóvenes protestaron contra la represión y en rechazo a los asesinatos sistemáticos de líderes sociales en Colombia.

En Popayán, el estudiante de música de la Universidad del Cauca, Esteban Mosquera denunció haber sido agredido con una bomba aturdidora que le ocasionó la pérdida de su ojo izquierdo.