Informe especial | Basuras en Putumayo: ¿una crisis inminente?

Un equipo de Noticias RCN estuvo en varios municipios del departamento de Putumayo y comprobó que es alarmante la cantidad de desechos en botaderos a cielo abierto. Toneladas de basura sin ningún tipo de control, que además causan graves enfermedades.

Informe especial | Basuras en Putumayo, ¿inminente crisis? – capítulo 1

Comenzamos este especial en Puerto Asís, donde opera de manera ilegal un relleno sanitario que está a punto de colapsar.

En Putumayo el destino final de las basuras podría ser una bomba de tiempo silenciosa e invisible.

La emergencia crece entre toneladas de basura que se botan sin control en al menos cinco municipios del departamento.

Puerto Asís está sobre el río Putumayo, del otro lado están Brasil y Perú. Es la capital comercial del departamento, tiene más de 40.000 habitantes y en sus calles limpias no parece existir ningún problema con las basuras. La realidad es otra y se revela en el botadero municipal.

Diariamente, cerca de 70 toneladas de desechos llegan a este punto, un relleno temporal que no tiene especificaciones técnicas, ni licencia de funcionamiento.

Lo peor podría pasar máximo 6 en meses, cuando llegue a su capacidad máxima. Ya se habla de los daños.

La emergencia, que avanza lentamente, es una especie de enfermedad no diagnosticada que cobra sus primeras víctimas: los Cardona, que viven a menos de 300 metros del relleno municipal.

“Mucho gallinazo, mucho mosquitos, mucho mosca, un mosquerío tenaz, mal olor, más que todo se hace al mediodía cuando hace mucho sol y en las tardes es a las 5:00 – 6:00 de la tarde”, manifestó John Alex Cardona.

El colapso parece reflejarse en el color de la quebrada que pasa a pocos metros de su habitación:

“Lo vemos, pues de color café y se lleva, por lo menos se asoma ya la quebrada y se mira que van bajando bolsas de basura, bolsas de residuos, así que votan (…) el olor, más que todo el del agua, sí, huele feo y el sabor cambia”, agregó el joven.

Por su parte, la empresa de aseo no tiene respuestas para lo que sucede.

La proliferación de enfermedades, la mala disposición de residuos atrajo cientos de vecinos incómodos de día y de noche.

“Los gallinazos pues también son en cantidad, así llegan aquí (…) y tratan como de meterse a la casa y todo eso”, relató Jhon Alex, quien habló también de los insectos que atraen las basuras: “Como no tenemos los recursos necesarios para comprar un toldillo o algo así, pues toca así a cobijarse y pero pues sí, siempre escuchan los zancuditos, uno amanece picado”.

La licencia del viejo relleno venció en el 2021, aun así, sigue operando y la forma como avanzan sin control los residuos ya es visible. Lo contradictorio es que al lado del botadero se dispuso de un nuevo lugar que nunca se usó.

Según el gobernador, podría existir una solución no solo para Puerto Asís, sino para todo el departamento, pero la falta de voluntad política la tiene bloqueada.

El alcalde de Puerto Caicedo se opone a que en su municipio construyan el relleno regional. Mientras tanto habitantes como Alex Cardona, piden ayuda antes de que las malas noticias se hagan realidad.

“Pues que si hay otro lugar donde se puedan ir a echar los residuos, pues que vayan a otro lado, pues no acá, porque esto prácticamente se va a poblar en algún tiempo, tener el relleno sanitario acá cerca no es que sea muy bueno”.

En otros municipios como Villagarzón la historia es diferente, allí no sufren por el botadero, simplemente porque no hay y eso empuja a un hombre a jugarse la vida todos los días en el trampolín del diablo.

Informe especial | Basuras en Putumayo, ¿inminente crisis? – capítulo 2

‘El trampolín de la muerte’: el peligroso viaje de Villagarzón

En Villagarzón, Putumayo, no hay basura a la vista, las calles a primera vista se ven limpias, esto no quiere decir que estén en una emergencia ambiental por la mala disposición de los residuos. Su problema único en Colombia: su ultimo relleno está en el olvido.

El problema de las basuras los empuja al ‘trampolín de la muerte’

“Claro, siempre que salimos sí tenemos nervios, porque la vida no solamente se trata de los abismos de las trochas, también hay imprudencias”, señala Héctor, quien se ve obligado a conducir por allí.

Una vía que recorre Héctor Fabio Ocampo hace 6 años para transportar las 20 toneladas diarias de residuos sólidos de los habitantes de Villa Garzón hasta Pasto. Este viaje de más de 24 horas jamás estuvo en los planes de nadie, ni siquiera del propio alcalde, que a pocas horas de su posesión este año, se encontró de frente con la realidad.

Tomó una decisión de choque ante la emergencia: reactivar algunos rellenos consumidos por la maleza y el abandono, para dejar las basuras transitoriamente ahí mientras se toma una decisión definitiva de la disposición final, iniciativa que se consultó a las comunidades cercanas a los rellenos.

Pero algunos líderes o algunas comunidades de las veredas Villa Santana, Villa Rica, El Guineo, no quisieron que la administración municipal retomara un paso que estaba autorizado por Corpoamazonia, y con el que se pretendía disponer de las basuras.

¿Conclusión? Tuvieron que llevar las basuras a Pasto, un trayecto interminable por la famosa carretera del ‘trampolín de la muerte’, donde unos carros compactadores de basuras tienen que viajar permanentemente.

Esta decisión lleva hace 6 años a Héctor a levantarse a las 3:00 de la mañana, tres veces por semana, y encomendarse a Dios al tomar el volante para emprender un viaje en una de las vías más peligrosas del país.

Informe especial | Basuras en Putumayo, ¿inminente crisis? – capítulo 3

En Puerto Caicedo la basura no es una enfermedad invisible. Los desechos parecen llegar a su punto más crítico y a la vista de todos en un lugar crucial para la Amazonia.

Y según el alcalde Ibarra, la solución no está cerca. Mientras tanto, no tiene salida, su camino es acumular basuras generando un desastre ambiental irreversible para el departamento.

La crisis por la ausencia de un relleno que cumpla las normas también se ven en Puerto Asís, que está al limite.

La decisión de cerrarlo implicaría por lo menos dos años sin un relleno. Una alternativa es usar la celda 9, que aunque está dispuesta permanece inactiva.

Una cámara de Noticias RCN registró cómo algunos integrantes de la comunidad ingresan al relleno y convierten las basuras en su fuente de trabajo.

La mala disposición de las basuras trae consigo más tragedias que tocan al habitante de Putumayo: las enfermedades.

El dengue es el enemigo silencioso que está invadiendo al departamento con 3.000 casos, y más allá de lo peligroso de la enfermedad, también divide criterios sobre si la basura es una causa de su rápida propagación.

Más allá de las diferencias de criterios, el problema es estructural, de una falta de cultura en el manejo de las basuras, responsabilidad de las autoridades.

Sobre la mesa hay una alternativa para la construcción de un gran relleno regional en Puerto Caicedo.

Desde Corpoamazonia también hay voluntad para expedir en tiempo récord las licencias y tener un relleno regional con toda la tecnología ambiental.

A pesar del consenso que genera la iniciativa de un relleno regional en zona de Puerto Caicedo, el alcalde del lugar no parece estar de acuerdo. Otro factor determinante también es la propia comunidad, la que padece este viacrucis.

Putumayo, la joya ambiental de la Amazonía está en un riesgo ambiental incalculable. ¿Habrá voluntad?