La historia de Julieth García, la teniente que murió en la caída del helicóptero del Ejército
La teniente tenía 31 años, era oriunda de Cúcuta, Norte de Santander e ingresó a la escuela militar de cadetes en el año 2012.
Noticias RCN
01:11 p. m.
Una de las víctimas mortales que dejó la trágica caída del helicóptero del Ejército en Quibdó, fue Julieth García Cordero, una joven teniente que se desempeñaba como piloto y que había hecho historia en la institución.
García Cordero fue la primera mujer piloto de helicóptero UH-1N de aviación del Ejército Nacional, pero ser piloto para ella no era “solamente volar la aeronave, sino llevar la responsabilidad de su tripulación y las tropas a las que nosotros apoyamos”.
Esta ocasión, Julieth no iba piloteando, sino que iba como copiloto del helicóptero que este 19 de marzo, por azares del destino, se desplomó, junto con sus metas y sueños, en Quibdó, Chocó.
La teniente tenía 31 años y era oriunda de Cúcuta, Norte de Santander, ingresó a la escuela militar de cadetes en el año 2012 y ascendió al grado de subteniente en el 2015.
En contexto: Helicóptero del Ejército Nacional se desplomó en pleno vuelo en Quibdó: no hay sobrevivientes
"Era una mujer excepcional": amigos de Julieth García
“Girleza era una mujer excepcional que nos inspiró a todos a alcanzar nuestros sueños y a nunca rendirnos. Esto ha sido una pérdida muy grande y hoy le doy gracias a la vida por haberme permitido compartir tantos momentos juntos”, manifestó entre lágrimas Juan Felipe Ramírez, amigo de la teniente fallecida.
Su sueño siempre fue volar un helicóptero UH-1N, “un helicóptero de los legendarios cazadores y que corresponde a la configuración que se le adapta al helicóptero cuando hacemos operaciones de escolta y reconocimiento”.
En 2019 se convirtió en la primera mujer en la historia de la aviación militar en pilotar una aeronave de esta clasificación.
“Girleza era el alma y el orgullo de nuestro grupo. Hoy le pido a Dios que de mucha fortaleza a sus familiares y a nuestro grupo de amigas”, indicó Tatiana Osorio, amiga cercana de la uniformada.
Sus familiares y superiores siempre la vieron con los ojos del orgullo y la admiración. Los sueños de la teniente Julieth García Cordero, no quedaron truncados, pues murió haciendo lo que más le apasionaba.