Juntos en la UCI: una familia de médicos en Barranquilla enfrentó el covid al tiempo
Padre e hijo en una clínica de Barranquilla enfrentaban una dura batalla con el coronavirus. Ambos fueron trasladados a una unidad de cuidados intensivos.
Noticias RCN
01:49 p. m.
En Barranquilla la familia Barros usa la bata blanca de generación en generación, su pasión de servicio en sanar a las perdonas aseguran es su legado en la tierra. Guillermo barros es el mayor de la familia, el padre que en pandemia ha atendido al menos 5000 pacientes con covid-19.
“Desde que pienso la pandemia son 30 pacientes diarios que aproximadamente estoy atendiendo multiplica eso por 30 días o 3000 pacientes al mes por colgar una pequeña cifra de la cantidad de personas que tenemos en la clínica por covid o enfermedades asociadas”, aseguró Guillermo Barros.
Y fue precisamente él, el primero de familia afectado por ese virus que tanto ha combatido. el virus le ganó una batalla pero no la guerra, el campo de batalla fue la uci en la misma donde trabaja.
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Estando en los fragores del combate más importante de su vida, el covid contraatacaba y a su lado en la misma unidad ingresó su hijo, un médico también internista de 31 años, “Yo sentí los síntomas propios por el covid-19, me hizo un examen y dio positivo, después mi situación era bastante complicada y me tocó lamentablemente llegar a la unidad cuidados intensivos de la Clínica La Misericordia”.
La batalla se combatía segundo a segundo, el padre al lado de su hijo en la misma unidad decía: “Yo veía los exámenes médicos y sabía que cada día que pasaba mí condición era peor y veía los exámenes de mi hijo y su estado era más crítico, era una situación angustiante”.
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Padre e hijo luchando por cada respiro, el primero en salir fue el padre, “Yo escuché que mi hijo le decía a los médicos que no lo dejaran morir que tenía dos hijos, eso me partía el alma”.
Pero cuando el panorama era el más oscuro y sin luz llegó el milagro. “Esta recuperación yo se lo digo a Dios gracias a los médicos de la clínica que me ayudaron, pero Dios hizo el milagro en mí porque yo le creí”, asegura el joven internista Guillermo Barros Bohórquez.