“Somos inconvertibles”: Mauricio Toro y su lucha para proteger los derechos de la comunidad LGBTI
En la Cámara de Representantes avanza el proyecto de ley que busca eliminar las terapias de conversión o ECOSIEG, para la comunidad diversa.
Laura Alturo
06:55 p. m.
Mauricio Toro, representante a la Cámara por Bogotá y promotor del proyecto de ley que busca eliminar y prohibir las denominadas terapias de conversión o ECOSIEG para las personas LGBTIQ+, habló con NoticiasRCN.com sobre el camino que ha forjado su lucha para proteger a la comunidad diversa de Colombia.
Se reconoce a sí mismo como el primer congresista abiertamente gay del país y con vehemencia habla sobre sus esfuerzos por representar con altura a la comunidad que lo eligió como representante, y por la cual espera legislar con un proyecto que le ha costado señalamientos y una reciente recusación por su orientación sexual.
No obstante, Toro se mantiene en su posición por defender las banderas de un movimiento que, durante años, ha sido minimizado y sometido a diferentes violaciones de derechos, y que ahora busca un reconocimiento a esa diferencia y diversidad sin prejuicios y torturas.
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Tortura física y psicológica en el siglo XXI
Las llamadas terapias de conversión o ECOSIEG, son prácticas implementadas para intentar cambiar la orientación sexual o identidad de género de las personas, mediante tratos crueles, muchas veces mutilaciones y procedimientos que terminan en graves violaciones a los derechos humanos.
Según Toro, estas terapias se realizan en Colombia mediante el sometimiento de las personas a “tortura física y psicológica”, por parte de “algunos cristianos y algunos profesionales de la salud que piensan que la homosexualidad es una patología que se puede curar”.
Esto pasa en Colombia, en este momento, en pleno siglo XXI, es terrible… violaciones, mutilaciones, quemaduras con ácido, personas que son esposadas desnudas y bañadas con agua fría.
Asimismo, el representante asegura que en el país las terapias “son un mundo oculto y difícil de detectar”, por lo que su trabajo también se ha encaminado en identificar los centros que se dedican a realizar este tipo de prácticas, camuflándose en iglesias cristianas, I.P.S, clínicas de rehabilitación y consultorios médicos.
Es un mundo oculto, es un mundo que es difícil de detectar, porque no lo presentan como un servicio al ciudadano, sino como algo tras bambalinas (...) Son cientos de personas las que han sido víctimas de esto. Una de cada cinco personas sometida a terapias de conversión, se suicida; una de cada cuatro termina con problemas psicológicos y las demás nunca denuncian por miedo.
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“Nosotros somos diversos, acá no hay nada que curar”
El proyecto de ley presentado ante el Congreso de la República por el representante Mauricio Toro, busca ordenar la prohibición completa de todas las prácticas y esfuerzos por cambiar la orientación sexual e identidad de género de las personas, que atenten contra la integridad y la vida de la comunidad diversa en Colombia.
Para Toro, las terapias de conversión o ECOSIEG mantienen un modelo de tortura que debe ser eliminado y sancionado por la ley, teniendo en cuenta que desde los años 80 la homosexualidad dejó de ser considerada como una enfermedad, entendiendo la diversidad como una condición que no debe determinar riesgo para una persona.
Sin embargo, el camino para hacer este proyecto realidad ha estado marcado por baches y opositores que, según el representante Toro, han buscado la forma de callar sus propuestas valiéndose de su orientación sexual como un argumento para recusarlo y dejarlo por fuera del debate en pro de las comunidades diversas a las cuales representa.
En la Comisión Séptima del Congreso de la República, una persona que se hace llamar provida, que en realidad es una persona homófoba, con respaldo de un congresista del Partido Liberal y uno de Colombia Justa Libres, lo que hicieron fue recusarme y decir que yo no puedo presentar proyectos de ley por ser gay en favor de la población diversa.
Dicha recusación, presentada Jonathan Stiven Silva, argumentaba que Toro debía ser impedido para participar en el debate de este proyecto de ley para eliminar y prohibir las ECOSIEG, pues representa “un interés particular” que “solo favorece una minoría en la que él está incluido y discrimina a quienes no tienen su misma orientación sexual”.
“Yo no he visto al primer heterosexual que haya sido sometido a tortura, a vejámenes, a quemadas con ácido, a mutilaciones, a golpes, para que diga que es heterosexual u homosexual. Esto lo hacen por discriminación en contra de la comunidad LGBTI”, recalca Toro ante la recusación en su contra.
Además, el representante califica los argumentos de Silva como carentes de “toda lógica jurídica”, al ejemplificar que “en este sentido el representante de las negritudes no podría presentar proyectos en favor de las negritudes, lo mismo pasaría con los representantes indígenas o con las mujeres que buscan proyectos de ley que favorezcan a otras mujeres. Se acabaría la democracia, porque en una democracia representativa nos elegimos para representar sectores”.
Yo represento a la población diversa, como un hombre abiertamente gay, el primer congresista abiertamente gay que llega al Congreso de la República a defender, entre otras tantas, la bandera de la diversidad.
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Se cae la recusación y continúa Toro en el debate
Este martes 14 de junio, durante una plenaria ante la Comisión de Ética de la Cámara, Toro salió vencedor frente a la recusación que buscaba dejarlo por fuera de un debate que él mismo puso sobre la mesa, buscando callar sus argumentos bajo la excusa de su orientación sexual.
Ahora, continúa el camino por eliminar las prácticas de tortura y vejámenes en contra de la comunidad LGBTIQ+, a las cuales Toro califica como “un negocio multimillonario de algunas iglesias cristianas y entidades privadas”, que buscan “cobrarle a las familias por torturar a sus hijos”.
Este país necesita medidas afirmativas para proteger intereses especiales de comunidades vulneradas. Por eso se legisla a favor de los niños, de las mujeres. En este caso la población diversa es una minoría que ha sido atacada, violentada y sometida a estas terapias.