Sandra, la historia de una agresión por intolerancia que casi termina en tragedia
En lo corrido de 2023, 891 personas han resultado lesionadas en medio de riñas, 183 de ellas con armas blancas, en Bucaramanga.
Noticias RCN
08:06 p. m.
La intolerancia y las riñas se han convertido en un panorama casi usual de las calles de Bucaramanga, en donde se registran al menos 640 muertes por esta causa en los últimos cinco años.
Las autoridades saben que cualquier incidente puede terminar en tragedia, por lo que toman todas las medidas necesarias para prevenir que los ciudadanos se contagien de esta furia que parece apoderarse cada día más de la capital santandereana.
Durante un operativo en el barrio La Inmaculada, dos adolescentes de 16 años se retan por el amor de otro joven del barrio, una situación que podría pasar desapercibida si no fuera porque cada una de ellas porta un cuchillo.
Minutos más tarde, una patrulla del CAI Chimita recibe una llamada de la ciudadanía informando la muerte de una de ellas. La otra mujer también resultó herida, fue capturada y hoy se enfrenta a la justicia.
En otro lugar de la ciudad, un motociclista resuelve un incidente de tránsito con un cuchillo y una actitud retadora, en contra del conductor que involuntariamente rozó su moto.
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Con escenas de este tipo pasan los días en las calles de la capital de Santander, muchas de estas son situaciones que se pueden solucionar por la vía del diálogo, pero en segundos se salen de control y terminan en una fatalidad.
Los lamentables eventos hacen que la policía incremente los operativos, por lo que los esfuerzos se han redoblado y una de las consignas es salvar vidas. En horas de la noche, la Policía detiene a varios motociclistas para una requisa y verificación de antecedentes, pues, desafortunadamente, deambular por las calles ya los hace sospechosos.
Los hallazgos de arma blanca son varios cada noche, y quienes se resisten a entregar sus cuchillos deben ser sometidos a la fuerza por los oficiales que al final logran incautar los elementos. A esto se suman los puestos de control dispuestos en las calles, en los que se adelantan jornadas de sensibilización para la ciudadanía.
La captura de alias Gafas
Durante uno de estos operativos, los oficiales encubiertos de la Sijin lograron la captura de alias Gafas. Este día se dio un parte de tranquilidad a los habitantes del sector del barrio Girardot.
Este temido personaje había conformado una peligrosa banda que atemorizaba a todo aquel que se atreviera a pisar su territorio. La característica principal era que todos los integrantes, según sus instrucciones, debían portar un arma cortopunzante y saberla manejar a la perfección.
En febrero pasado, los vecinos del barrio evitaron una tragedia al enfrentar a alias Gafas, hecho que quedó registrado en una cámara de seguridad en la que se ve cuando este encara a otro habitante del sector, mientras sus acompañantes se alistan para participar en el ataque.
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De no ser porque algunos padres de familia salieron a la cancha, la historia sería otra y se estarían lamentando. En su prontuario se encuentran varias anotaciones y, según las autoridades, un mes antes de la captura ‘Gafas’ había quedado en libertad por una situación similar, en esa ocasión buscó a uno de sus adversarios y lo asesinó.
El caso de la señora Sandra
En lo corrido de este año, 891 personas han resultado lesionadas, 183 de ellas con armas blancas, en Bucaramanga. Una de esas víctimas es la señora Sandra, una campesina que intenta comprender por qué, por un hecho insignificante, casi pierde la vida.
“Por 7.000 pesos casi pierdo la vida, donde yo no hubiera puesto mi brazo, el tipo automáticamente me hubiera matado”, cuenta la víctima.
El 31 de marzo de este año, junto con su esposo, la señora Sandra solicitó un servicio de transporte a una plataforma digital para que los trasladara a su casa ubicada en una zona rural de Bucaramanga.
Poco antes de llegar a su destino, exactamente donde la aplicación indicaba que se había cumplido el trayecto, comenzó una discusión. De un momento a otro el conductor explotó y reaccionó de forma violenta.
El sujeto se bajó del carro con una varilla y un puñal a intentar agredir al esposo, por lo que ella se metió y agarró al agresor por la camisa. Sin embargo, sus palabras no fueron suficientes para detener la furia de ese conductor que los había recogido para llevarlos hasta la casa.
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“Me empezó a tirar puñaladas y la varilla la tenía en la mano, entonces yo miraba la varilla y le miraba el cuchillo (…) Yo le metía el brazo y le decía ‘pero por qué me hace esto, ¿por qué me está haciendo esto? Quieto tranquilícese’”, cuenta Sandra.
Hoy esta denuncia hace trámite en la Fiscalía seccional de Santander y en ella se describen los hechos que traspasan el límite de lo que serían lesiones personales, para ser investigado como intento de feminicidio.
A Sandra, esta agresión le costó 47 puntos en su cuerpo, la afectación de varios tendones y un dolor permanente en su brazo.
El compromiso de la Policía de Bucaramanga es total para que los casos se detengan, y ningún esfuerzo parece suficiente para alcanzar la tranquilidad. Con el programa bandera: ‘Yo soy tolerante’, esperan lograrlo.