No paran las estafas en Cartagena: turistas relatan el abuso en precios por alimentos

Una nueva denuncia se ha sumado en las últimas horas contra los descarados precios que les imponen a los alimentos distintos establecimientos que trabajan en las playas de Cartagena. En esta oportunidad, un grupo de ecuatorianos aseguraron que tuvieron que pagar más de dos millones de pesos por dos mojarras y cuatro cervezas.

Para decenas de turistas de otros lugares de Colombia o extranjeros, se ha vuelto una auténtica pesadilla viajar a las playas de Cartagena y consumir algunos productos u obtener diferentes servicios, pues los precios que se les imponen son completamente mentirosos.

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Después de que un ciudadano mexicano pagara una suma de 6’502.000 pesos colombianos en Playa Blanca, Barú en los últimos días, por una serie de servicios que había solicitado en el lugar, se sumó este viernes una nueva alerta a las autoridades por parte de un grupo de ecuatorianos que fueron víctimas de los mismos abusos.

Según información recogida por RCN Radio, los “intermediarios” de los restaurantes les cobraron $2'636.358 a un grupo de ecuatorianos, por dos mojarras y cuatro cervezas. Los precios les parecieron bastante altos para los alimentos que habían solicitado y por esta razón decidieron consultarles a otras personas si eso era lo justo.

En imágenes que circulan en redes sociales se observa cómo algunos testigos grabaron la escena e intentaron defender al grupo de turistas extranjeros de la presión de los vendedores, que cobraron la cifra millonaria por los alimentos.

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“Nos percatamos de lo que estaba pasando y cuando la señora les hizo el llamado para que le devolvieran lo que habrían cobrado en exceso, porque ya había confirmado que ese no era el valor de lo que consumieron, llegaron una cantidad de personas como en gavilla”, relató una mujer que fue testigo de los hechos.

La situación se fue tornando violenta, por lo que los testigos fueron víctimas de agresiones al ver que ellos estaban grabando los hechos: “De la nada aparecieron las mujeres que hacen masaje, unos que estaban en las lanchas y es ahí cuando yo decido grabar, pero apareció un hombre de nombre Daniel y me tira el celular”.

“Daniel me da un golpe en el pecho y obviamente mi esposo reacciona y también sale agredido por el señor que después nos intimida diciendo que nos va a apuñalar”, concluyó.

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Así finalizó la situación que cada vez más preocupa a los visitantes de Cartagena, pues las autoridades y la Alcaldía no se han pronunciado acerca de esta clase de abusos que se están presentando frecuentemente en las playas de la ciudad.