'Otoniel', los inicios de un criminal despiadado y máximo jefe del Clan del Golfo
Esta la historia de ‘Otoniel’, un criminal despiadado, narrada por sus víctimas y los uniformados que finalmente lograron cazarlo.
Noticias RCN
07:49 p. m.
En la historia criminal del país, ‘Otoniel’ ocupa una de las páginas más aterradoras. Su palabra se volvió ley en Urabá y Córdoba donde desplazó, asesinó y torturó a más de 1.200 víctimas. Hizo crecer su imperio narcotraficante y abusó sexualmente de centenares de niñas. Pronto será extraditado a Estados Unidos donde lo espera un juicio por el tráfico de 75 toneladas de cocaína. Su captura, después de siete años de persecución, se logró por el trabajo de miles de hombres del Ejército y la Policía que seguían las pistas que enviaba un joven de inteligencia desde las sombras.
Vea también: ¿Quién es alias Otoniel, ‘el depredador de la mafia’?
Todo inició en el Cerro Yoki, un laberinto de árboles tupidos que se traga a quien se atreva a habitarlo. Dicen que ‘Otoniel’ hizo un pacto con esa maraña que lo volvió invisible, como un espectro siniestro y quién mejor para cazar un fantasma que otro fantasma.
“Siempre estuvimos ahí, siempre ocultos, siguiéndole la pista centímetro a centímetro. Sabiendo qué comía, dónde dormía, si tenía una enfermedad, cómo se sentía, pero el prácticamente nunca supo dónde estábamos nosotros”, asegura uno de los uniformados que persiguió al jefe del Clan del Golfo.
‘Otoniel’ supo de su presencia del 23 de octubre 2021. Estaba solo, sin anillos de seguridad, sin comida, sin que al menos un peso de sus más de 100.000 millones, pudiera ayudarlo.
Le puede interesar: Corte Suprema dio su aval para la extradición de Otoniel
“Pocas personas tienen un recorrido (…) una vida apasionante desde el punto de vista del análisis criminológico”, asegura Ariel Ávila, investigador y analista.
Otoniel y su prontuario
Dairo Antonio Úsuga David nació hace 50 años en Nueva Antioquia y creció cerca de las colinas del Golfo de Urabá. A los 16 años ingresó a la guerrilla EPL, pasó a las Farc y sin problemas saltó a la orilla opuesta: se volvió paramilitar, al servicio Vicente Castaño. Delinquió con Miguel Arroyave en los Llanos Orientales, participó en la masacre Mapiripán, formó a las Autodefensas Gaitanistas y Los Urabeños. Bajo sus órdenes fueron asesinados más de 1.200 civiles y 208 policías.
La población le tenía terror a este objetivo, ni siquiera consentía que se lo nombraran porque prácticamente el sinónimo de nombrar el objetivo aquí en la región era muerte
Y es que más que sus mil caras, lo que podría definir su maldad es la voz de sus víctimas. Una de ellas es Rosa, quien hace poco regresó a Tierradentro de donde salió desplazada cuando el mal irrumpió para llevarse por delante su dignidad.
“Me mataron un hermano, me mataron una sobrina, mataron un yerno. He tenido muchas pérdidas de mi familia y me duele mucho (…) Llegaron dos encapuchados, dos se quedaron afuera y me cogieron, me privaron y patearon a mi marido. Le dijeron: mira lo que vamos a hacer con tu mujer. Ellos me cogieron y me hicieron lo que les dio la gana”, relató Rosa.
Lea además: ¿Quién quedará al mando del Clan del Golfo tras proceso de extradición de ‘Otoniel’?
Los había enviado un tal ‘Otoniel’, a quien empezaban a mencionar con prevención.
El ascenso de 'Otoniel'
Se dio por la caída de otro capo ‘Don Mario’, quien fue hallado en abril de 2009 sin poder y sin escoltas en un cambuche para animales. En ese día, sin que se pudiera intuir, nacieron Los Urabeños al control de los hermanos Úsuga, Giovanni y ‘Otoniel’. En 2012 finalmente ‘Otoniel’ se sentó en el trono de la mafia.
“Él lo sucede, pero es que siempre estaba ahí organizando el componente. Siempre tuvo un papel preponderante de primer nivel en esa nueva organización”, afirma el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional.
Así inició la persecución a 'Otoniel'
En esa época la Policía llenó la zona de jóvenes de inteligencia con facha de niños inofensivos. Algunos con la inocencia del optimismo de quien recibe sus primeras misiones, quien desconoce que cuando se persigue a un capo, una noche oscura puede durar años.
“Yo personalmente pensaba que iba a ser algo muy rápido, nunca me imaginé que iba a durar siete años en el Urabá”, cuenta un oficial que hace siete años, sin saberlo, entrelazó su vida con la de un objetivo.
“Supimos claramente que era un animal de monte, era un animal de monte en todo lo que significa ser un animal de monte; que no necesitaba muchos lujos, que no necesitaba excentricidades para su círculo personal ni para él y que simplemente tenía una capacidad criminal diferencial”, agrega.
Más información: "A esa rata la vamos a extraditar lo más pronto posible": Duque sobre 'Otoniel'
Pocos lo habían visto, pero muchos ya sabían lo que era capaz de hacer ‘Otoniel’ a cambio de tierras y manos para sembrar la semilla del clan. Ese hombre que ordenaba asesinatos, que llenó la tierra de coca y la hizo florecer regándola con sangre campesina, era el objetivo de muchos infiltrados, pero solo uno iba a llegar hasta él.