Policía arriesgó su vida para salvar a menor de un incendio en Bogotá
Un patrullero se enfrentó al fuego y al humo para romper ventanas y rescatar a un menor que estaba a punto de sofocarse en un cuarto piso.
Noticias RCN
02:35 p. m.
Cuando los vecinos se alistaban para recibir el Año Nuevo, el fuego se desató en el segundo piso de una torre en el Conjunto San Lorenzo II de la localidad de Fontibón.
El humo entró a los 20 apartamentos y desató el caos. Una mujer que salió por la ventana del tercer piso se fracturó durante la evacuación.
Los llamados de socorro llegaron hasta el patrullero Edwin Segura en la estación de Fontibón, a pocos metros del conjunto. Junto a varios de sus compañeros corrieron para auxiliar a quienes quedaron atrapados.
Lo primero que hizo fue romper una ventana del apartamento donde estaba el incendio y luego ascender tan rápido como pudo para rescatar a un niño de ocho años que estaba atrapado junto a su familia.
“Me subo y veo al niño y era como ver a mi hijo, estaban todos llorando. Lo primero que hice fue calmarlos, les dije que era de la Policía Nacional, voy a hacer lo posible para evacuarlos a todos y que a ninguno le pase nada”, relató el patrullero Segura.
Rescatar al menor fue para el patrullero una mirada al pasado, cuando por un accidente perdió a un hijo de cuatro años.
Por eso, incluso con la mano quemada, y con varias heridas, logró evitar que el menor terminara asfixiado o saltando a su suerte en medio del incendio.
“Le dije: míreme la cara, míreme solo a mí, no mire hacia abajo y cójase duro. Lo alzo y empiezo a bajar por la escalera”, dijo el patrullero.
Las llamas fueron tan intensas que un joven de 29 años con discapacidad cognitiva murió y otras cinco personas fueron hospitalizadas.
“Encontramos tres víctimas de las cuales desafortunadamente una sin signos vitales”, indicó el sargento Nelson Peña, de a estación de Fontibón.
Aunque cinco personas resultaron afectadas y fueron remitidas a centros médicos, la ayuda de los vecinos y la decisión oportuna del patrullero Segura evitó que se perdieran más vidas.
“Me quemé y me corté con uno de los vidrios, pero eso es lo de menos, esta es la satisfacción del deber cumplido porque la magnitud de la tragedia no fuera peor”, puntualizó el patrullero Edwin Segura.