¿Por qué los medios nos fijamos más en la responsabilidad de la madre frente al caso de la bebé muerta en Valledupar?
Tras la muerte de la pequeña de 7 meses al interior de un vehículo en Valledupar, se espera que las autoridades determinen la culpabilidad de los padres.
Noticias RCN
01:55 p. m.
La muerte de una menor de 7 meses en Valledupar conmocionó al país, especialmente por la aparente negligencia de sus cuidadores y las causas que desencadenaron la tragedia. Aunque no ha sido posible confirmar que la madre de la niña estuviera en compañía de su padre, este análisis se basa en la difusión que se le dio al caso a través de los diferentes medios nacionales.
La noticia se conoció el pasado 1 de enero, cuando un empleado del motel Santa Bárbara, ubicado en el barrio 12 de octubre de la capital del Cesar, alertó a las autoridades por la presencia de un bebé al interior de un automóvil estacionado en inmediaciones del establecimiento.
Posteriormente, la pequeña fue trasladada a la Clínica Pediátrica de Valledupar, en donde el parte médico informó que había llegado sin signos vitales, al parecer por la inhalación de gases tóxicos al interior del vehículo.
Inmediatamente después, las redes sociales y los medios de comunicación se llenaron de titulares y publicaciones en los que la principal señalada era la madre de la menor, aun cuando, al parecer, se encontraba en compañía de su pareja sentimental y quien sería el padre de la bebé en el momento que ocurrió el hecho.
En la mayoría de casos, se le tildaba a ella de ser la responsable de la muerte de la niña, haciendo especial énfasis en que se encontraba en estado de embriaguez y al interior de un motel en compañía de su pareja. Incluso videos circularon en redes sociales, en donde se exponía su nombre y rostro de forma abierta.
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El acto de irresponsabilidad y el descuido que desencadenaron la muerte de la pequeña de apenas 7 meses son completamente claros, sin embargo, vale la pena preguntarse ¿por qué toda la culpa mediática recae sobre la madre aun cuando se presume que la figura paterna de la menor se encontraba en las mismas condiciones y la misma capacidad de tomar decisiones en ese momento?
Tal vez como un reflejo de la cultura machista o de la idea de que la madre es quien debe velar primordialmente por la vida de sus hijos, solemos deshacer de culpas y responsabilidades a los padres cuya obligación es compartir los cuidados en las mismas proporciones.
Es por eso que en ocasiones caemos en el vicio de servir de jueces en casos que carecen de detalles o que simplemente basamos en el imaginario de que, aún con la presencia del padre, es la madre quien tiene que proteger y asegurar la vida de sus hijos como si fuera la única responsable de su bienestar.
Actualmente, ante la dramática situación de cientos de niños que sufren de violencia e inasistencia en el país, es primordial preguntarse en qué medida todos somos responsables, como madres, padres y como sociedad, sin pasar por alto el ideal del cuidado compartido que debería ser un pilar en la crianza de los menores.
En Colombia, la jurisprudencia estipula que ambos padres “sin importar su género, están llamados en igualdad de condiciones a ejercer la orientación, cuidado y el amparo de los hijos menores de edad”.
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El panorama de la violencia infantil en el país
Entre el 1 de enero y el 30 de noviembre del 2022, la Policía Nacional registró 57 homicidios a menores de edad en todo el territorio, en su mayoría ocasionados por armas o acciones contundentes.
Ataques con armas blancas, arma de fuego y artefactos explosivos son otras de las causas de muerte de algunos niños y niñas en el país. Asimismo, cifras de Medicina Legal estiman que, con corte a septiembre del 2022, 469 niños y niñas murieron por causas violentas, acoso, bullying o maltrato.
En total, 51 muertes violentas se presentaron en niños en edades de primera infancia, es decir, entre los 0 y 11 años; mientras que para los adolescentes el panorama fue mucho peor.
Estas cifras, algunas estimadas como casos de violencia vicaria, hacen parte del triste panorama de los niños, niñas y adolescentes en el país. No obstante, también se han convertido en una vara para medir en diferente proporción la responsabilidad de madres y padres que comparten funciones de cuidadores con sus hijos.