Con lista en mano: así era como presos en la cárcel de Combita extorsionaban a sus víctimas
Los reclusos escondían teléfonos, SIM cards y bases de datos en colchones para llevar un registro detallado de sus víctimas.
Noticias RCN
01:42 p. m.
Una investigación en la cárcel de Cómbita, Boyacá, descubrió una red de extorsión que operaba desde el interior del centro penitenciario, donde reclusos accedían a datos personales de ciudadanos para extorsionarlos.
Utilizando bases de datos aparentemente filtradas de cámaras de comercio y listas organizadas con información de cada víctima, los internos lograban establecer contacto directo con quienes figuraban en sus registros.
Entre las tácticas empleadas estaba la clonación de cuentas de WhatsApp, a través de un código que solicitaban a sus víctimas bajo falsas justificaciones, con el fin de obtener el control de sus contactos y utilizar sus cuentas para más fraudes.
Así era cómo presos en la cárcel de Combita extorsionaban a sus víctimas
Las autoridades de la Policía Metropolitana, bajo el liderazgo del coronel Yesid Forero, realizaron un registro de 70 celdas en la cárcel de mediana seguridad de Cómbita.
Durante la operación, encontraron más de 60 teléfonos móviles, decenas de SIM cards, cargadores y una serie de listas detalladas que contenían nombres, ocupaciones y números de teléfono de ciudadanos previamente identificados.
Entre los documentos incautados, hallaron un libro de cuentas en el que los reclusos registraban sus operaciones extorsivas, especificando montos y "ganancias" obtenidas de sus actividades ilícitas.
Dentro de los dispositivos celulares encontrados había algunas bases de datos de víctimas a los cuales ellos iban a extorsionar.
¿Cómo lograban contactar a sus víctimas para extorsionarlas?
La estructura de extorsión operaba con distintos métodos, diseñados para aprovechar al máximo la información de cada víctima.
Los reclusos, con lista en mano, realizaban llamadas telefónicas y enviaban mensajes a través de redes sociales como WhatsApp, utilizando perfiles falsos. Su objetivo era intimidar a las víctimas y exigirles dinero, haciendo uso de amenazas.
Uno de los métodos más efectivos empleados por estos delincuentes consistía en solicitar a la víctima un código de seguridad, en donde usando excusas como trámites urgentes, pedían el envío del código para completar una supuesta operación de seguridad, pero, en realidad, lo empleaban para clonar la cuenta de WhatsApp de la persona.
Una vez en posesión de la cuenta, los delincuentes asumían la identidad de la víctima, contactaban a sus familiares y amigos y extendían su red de extorsión hacia nuevos objetivos.
Además, dentro de las modalidades extorsivas que utilizaban, los internos ejecutaban otros engaños que incluían el intercambio de información íntima, la suplantación con mensajes de falsa encomienda y la usurpación de identidad bajo amenazas de represalias de falsos grupos subversivos.
Recomendaciones para no ser víctimas de extorsión
Las autoridades, en un intento por frenar esta serie de crímenes, han solicitado a la ciudadanía que esté alerta ante este tipo de solicitudes.
Si recibe una llamada o mensaje en redes sociales solicitando códigos de seguridad, evite proporcionar esa información. Es probable que intenten clonar sus cuentas y usar sus contactos para extorsiones adicionales.