Madre relató la odisea que enfrentó al huir del Catatumbo con su hijo discapacitado: "fue horrible"
La violencia entre disidencias y ELN en el Catatumbo ha desplazado a 36.000 personas. Elizabeth Santos, es una de ellas.
Noticias RCN
01:43 p. m.
El Catatumbo continúa siendo un territorio marcado por el miedo y la violencia. Allí, los enfrentamientos entre grupos armados ilegales, como las disidencias de las Farc y el ELN, han dejado tras de sí no solo la destrucción de comunidades enteras, sino también el desplazamiento de más de 36.000 personas que se han visto obligadas a huir para salvar sus vidas.
Entre estas víctimas está Elizabeth Santos, una mujer campesina de Tibú, Norte de Santander, cuya historia es un reflejo desgarrador de lo que padecen miles de familias que quedan atrapadas en medio de la guerra.
Madre que huyó del Catatumbo con su hijo discapacitado tras perderlo todo
Hace tres años, Elizabeth perdió a su esposo, quien fue asesinado mientras trabajaba. La tragedia marcó el inicio de una serie de eventos que transformarían por completo su vida y la de sus dos hijos.
Su familia vivía del trabajo en el campo, en una pequeña vereda de Tibú, donde con esfuerzo habían logrado criar animales y cultivar la tierra.
El papá de los niños hace tres años lo mataron trabajando.
Desde ese momento, quedó sola al frente de su hogar y enfrentando los estragos de un conflicto armado que no le dio tregua.
Así fue el recorrido para lograr huir de los enfrentamientos en el Catatumbo
El recrudecimiento de los enfrentamientos entre las disidencias y el ELN obligó a Elizabeth abandonar su hogar para proteger a sus hijos.
Uno de ellos tiene una discapacidad cognitiva y requiere medicamentos y cuidados especiales, una necesidad que complicó aún más su desplazamiento.
Nos venimos en un carro hasta una cierta parte, de ahí agarramos una moto, pero nos devolvieron. Nos amenazaron. De los que venían en la moto nos dejaron seguir solo por el niño, pero eso fue horrible.
Ahora, en Cúcuta, Elizabeth y sus hijos se enfrentan a la pobreza extrema y la falta de recursos. Duermen en el piso de la casa de una conocida, quien, a pesar de su propia situación precaria, les ofreció un techo temporal.
Estamos en el piso porque no tenemos una colchoneta. Mi niño sufre de los bronquios, pero gracias a Dios esta persona nos dejó quedar. Aunque la comida y otras cosas básicas no puede ayudarnos.
Además, su hijo con discapacidad necesita medicamentos específicos para su condición, los cuales no ha podido conseguir debido a la falta de recursos. Las necesidades básicas, como alimentos y ropa, también escasean.
Lastimosamente, Elizabeth no es la única, pues su historia es apenas una de las miles que se repiten en el Catatumbo, donde campesinos inocentes quedan atrapados entre los grupos ilegales que luchan por el control de los territorios.