Camilo Romero: Que los colombianos sepan cuánto tienen en las cuentas los funcionarios de alto nivel
El precandidato del Partido Verde, Camilo Romero, habló en Tribuna RCN sobre sus propuestas frente a la lucha anticorrupción, la salud y el manejo de la diplomacia.
Seguimos con nuestras entrevistas a candidatos en Tribuna RCN, la gran alianza informativa entre Noticias RCN, La FM, Radio Uno, Alerta y el diario La República. Esta vez el turno es para el candidato presidencial de izquierda y una de las apuestas del Partido Verde, el exgobernador de Nariño y exembajador, Camilo Romero.
En conversación con Noticia RCN habló de la paz total, aseguró que no retomaría los diálogos con el ELN y dijo que una de sus políticas anticorrupción sería, incluso, revelar los estados de cuentas bancarias de todos los funcionarios del gobierno.
¿Usted mantendría, reestructuraría la paz total, o dónde va a trazar esa línea entre reconciliación y legitimación de estructuras criminales?
La primera línea que hay que trazar es que para llamarnos un país democrático se necesita necesariamente acabar con la violencia. Es decir, la violencia es la antítesis de la democracia. Por supuesto que el diálogo requiere que sean dos. Si la otra parte no tiene voluntad, como ha quedado claro para todos los colombianos, por ejemplo, con el caso del ELN, no se puede permitir esta burla a los colombianos.
Hay que mantener la vocación férrea de la paz para ser un país democrático, pero no vamos a permitir la burla de sectores armados ilegales que se convirtieron en patrocinadores de todo el narcotráfico en nuestro país.
¿Qué opina de ese debate sobre bajar los requisitos para nombrar diplomáticos?
Lo importante es qué tipo de diplomacia nos planteamos ante el nuevo mundo. Colombia debe estar abierto a ese nuevo mundo. No necesariamente la carrera diplomática es lo que se requiere para ciertos países.
Por supuesto, respetamos la carrera diplomática, tienen las oportunidades como las han tenido desde siempre, pero es importante también saber que un gobierno nuevo requiere de ejercicios nuevos de diplomacia.
Nosotros en Argentina, por ejemplo, planteamos la primera embajada de la gente, puertas abiertas, diálogo permanente con todos los argentinos y argentinas, con el Estado argentino, pero también, por supuesto, con los colombianos.
Quiero que me dé una propuesta muy concreta para atacar la corrupción.
Hay muchos candidatos, candidatas que hablan de luchar contra la corrupción, que pueden ser efectivos, dicen ellos, pero esto es sin carreta. Se necesitan herramientas concretas de lucha contra la corrupción. Lo hicimos ya en el departamento de Nariño. Fue el modelo de gestión y de gobierno que se llamó “gobierno abierto”.
Catorce herramientas de lucha contra la corrupción. Por ejemplo, que los ciudadanos sepan hasta cuánto tienen en las cuentas bancarias los funcionarios de nivel decisivo. Eso se hace con gobierno abierto, que es una propuesta concreta, que ya lo hicimos en Nariño y lo haremos en Colombia.
¿Qué plan puede contener la emergencia en el sistema de salud sin tener que poner en riesgo la atención de millones de colombianos?
El sistema, la salud y la falla en este sistema no empezó hace tres años. Es estructural, desde hace décadas en nuestro país hemos visto de todo pasar por este sistema, desde robarse los recursos para campos de golf.
Y aquí hay que reconocer que la corrupción es privada, sacándole y ordeñando al Estado. Nosotros lo que necesitamos es un modelo de gestión y de gobierno que se llama gobierno abierto para poder controlar este saqueo de los recursos públicos y es indolente que se dé en el tema de la salud.
Lamentablemente, Colombia está fracturada por el discurso político. ¿Cuál sería su apuesta concreta para desescalar esta división en el país?
En democracia es válido levantar la voz para defender los argumentos y las ideas, jamás para la violencia. La violencia es la antítesis de la democracia. Así es que estamos dispuestos, listos, siempre con la voz firme, con la voz coherente al lado de la gente y la ciudadanía, a dar los debates que el país requiere.
Que bajar la polarización no signifique entregar las banderas de las ideas, jamás. Pero hay que bajar la violencia y bajarle el tono.