Cronología de la muerte de Pancho y Chita, los chimpancés sacrificados en Pereira

“Un error humano” desencadenó toda una tragedia contra la fauna silvestre en Colombia. El descuido del personal del bioparque detonó la salida de los dos chimpancés de su condición de cautiverio; una fuga instintiva que terminó en un lamentable sacrificio.

Pancho y Chita, los chimpancés sacrificados en las últimas horas por uniformados de la Policía y el Ejército Nacional, en medio de un operativo de búsqueda tras su fuga de las jaulas del Bioparque Ukumarí, en Pereira, estremeció al país y encendió las alarmas sobre los procedimientos de control y la protección de los animales silvestres.

Los animales silvestres tienen necesidades muy complejas que no son comprendidas y subestimadas por el ser humano. Este sensible caso apagó la vida de dos ejemplares de una especie en peligro de extinción. Una situación que, además, evidencia que tener fauna silvestre en cautiverio siempre será un riesgo para los animales y para las comunidades. 

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Así fue la muerte de Pancho y Chita

“Lo que se ve a partir de los videos que han circulado, es que había un animal: Pancho, en un espacio despoblado, donde no había, aparentemente, personas en riesgo. Pancho se ve transitando en la noche, por varios minutos, en un lugar donde había solamente vehículos”, relató la senadora animalista Andrea Padilla, quien le ha hecho un seguimiento minucioso a este caso.

“Lo que indican estos videos, que son materia de investigación, es que no había vidas en riesgo”. 

Al mismo tiempo, Padilla explicó que no se conocen videos de Chita, la hembra. Pero como la misma directora Ukumbarí confirmó, es que Chita nunca salió de las instalaciones del bioparque, “es decir que nunca estuvo en contacto con transeúntes, solo con trabajadores, que se asume son personas capacitadas”.

Yo sí creo, a partir de los videos, que había otras alternativas, y que la decisión de haberlos matado con arma de fuego fue una reacción desmedida que era aparentemente innecesaria

Pancho y Chita fueron atacados por arma de fuego por uniformados del Ejército y la Policía Nacional, ambos en contextos similares, pero en espacios distintos. El macho en un estacionamiento y la hembra alrededor de su jaula.

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El proceder jurídico frente a la muerte de Pancho y Chita

De acuerdo con la senadora, hay sanciones establecidas en la ley que podrían aplicar para este caso. Algunas relacionadas con delitos contra los recursos naturales renovables (lamentablemente los animales silvestres tienen este estatus “de cosas”): “sanciones frente a tráfico, comercio y manejo ilegal, uso ilegal, de recursos naturales renovables que podrían aplicarse en en este caso”.

“Además del delito contra la vida y la integridad física y emocional de un animal que cobija a todos los animales vertebrados, hay sanciones van desde penas de prisión de 12 a 36 meses, inhabilidad especial de 1 a 3 años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio o tenencia que tenga relación con animales y multa de 5 a 60 salarios mínimos mensuales legales vigentes”.

Al mismo tiempo, la animalista explicó que esto podría aplicar incluso, en algunas circunstancias, la agravación punitiva: “haber causado daño, en este caso, la muerte, con sevicia, o cuando lo cometa algún servidor público, o quien ejerza funciones públicas”.

Por interpretación de la norma son las dos circunstancias que podrían aplicar en este caso:

1. Podría haber sanciones a parte de las disciplinarias contra el funcionario público o el manejador 
2. Sanciones especiales que podrían aplicarse a los funcionarios que dispararon en el marco de la investigación que está haciendo la Fiscalía Militar y Policial.

“Estamos frente a una ley débil que estamos buscando reformar, a través del proyecto de Ley Chucho, que pasó a segundo debate”.

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¿Qué ha dicho el Gobierno frente a la muerte de los chimpancés?

Esta tragedia ha puesto la lupa sobre un escenario que “nunca ha sido objeto de atención del Estado”, sobre todo en los establecimientos donde hay animales silvestres y exóticos, albergados, comprados, y de resultado de aprehensiones por tráfico ilegal.

“Yo llevo ocho meses pidiéndole a la ministra de Ambiente que haga una revisión de estos establecimientos, pues es su competencia, pero nunca me paró bolas. Finalmente este caso la ha llevado a decir que lo hará. Lamentablemente siempre tiene que haber una tragedia de por medio para que el Estado se mueva”, denunció la senadora.

“Esta tragedia significa una alerta, un llamado de atención urgente al Estado para que cumpla con su deber de proteger a los animales, no solamente los que están en cautiverio, sino los que están en libertad, para evitar que sean víctimas de tráfico y comercio”, agregó Andrea Padilla.

La animalista que alzó su voz en el Senado confirmó que este 1 de agosto la ministra de Ambiente, Susana Muhammad, responderá a una citación en la Comisión Quinta del Senado para tratar todos estos temas que han sido pospuestos, según la senadora, desde su posesión en el Congreso.

Para la senadora y para los animalistas que se han pronunciado frente a este caso, esto lleva a una revisión profunda del manejo que le está dando el Estado a la vida silvestre. Es el país el primer respondiente frente a la vida, bienestar y protección de los animales silvestres, no solo como especie, sino como individuos.

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La Ley Chucho que se tramita en el Congreso

La senadora Andrea Padilla lidera un proyecto que busca mejorar las condiciones de la fauna silvestre:

“Nosotros venimos tramitando el proyecto de Ley Chucho para exigir que todos estos establecimientos: zoológicos, acuarios, aviarios, bioparques, entre otros, tengan que acreditarse con la certificación de la Asociación Latinoamericana de Parques, Zoológicos y Acuarios y tengan qué hacer una transición profunda de las condiciones de alojamiento de los animales para brindarles seguridad y bienestar para reducir las situaciones de estrés, que en la mayoría de ocasiones son las que generan situaciones de riesgo”.

Este proyecto pasó a segundo debate en el Congreso. Se espera que respecto a la tragedia de Pancho y Chita, pueda tener mayor trascendencia para establecer parámetros adecuados en el control de estos espacios en los que habita la fauna silvestre del país.