Súper Luis Díaz: el mejor en la resurrección de Colombia en el camino a Catar

Los elegidos son elegidos por una razón sobrenatural. Cuando están llamados a la grandeza, es porque su destino así lo indica y no hay infortunio que pueda entrometerse en el camino para dañar la predicción al éxito. Luis Díaz es el tocado por la mano de Dios para tomar las banderas de la Selección Colombia y suceder en el trono a Radamel Falcao García y a James Rodríguez. 

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Solo los dotados descifran las ecuaciones imposibles y Luis Díaz abrió la caja de pandora para que la 'tricolor' le ganara a Bolivia y por ende, continuara con un aire más para clasificar al Mundial de Catar, algo que hasta hace unas horas parecía una utopía. 

En el papel, la victoria era una obviedad, pero los fantasmas de los siete partidos marcar al menos un gol y sin ganar un partido, encarecían la fe de hasta el más camandulero. Bolivia, en un momento, pareció ser un gigante del mundo del fútbol por el nerviosismo que todo el contexto generaba, pero en la cancha, Colombia se creyó el cuento. 

De principio a fin la 'tricolor' fue arrolladora, casi que no le dio chanches ofensivas a su rival, que saltó a la cancha del Metropolitano con una nómina conformada en su mayoría por jugadores de 23 años o menos. La consigna era clara: matar o morir. 

El compromiso comenzó un poco enredado para Colombia, que a pesar de ser el claro dominador de la pelota y crear acciones ofensivas, se estrelló con un muro defensivo impenetrable en frente, que ni el potente arsenal ruso podría combatir. 

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Luis Díaz, la llave de Colombia para soñar con Catar

Pero de nuevo; cuando los elegidos están destinados a la grandeza, no hay obstáculo que les impida brillar. Luis Díaz, que en el amanecer del juego pudo abrir el marcador, puso el primero de Colombia tras un gol de enorme factura, a la altura de su calidad. 

El guajiro recibió un pase profundo en largo y la durmió de forma excelsa con su pierna derecha. Siguió corriendo directo al área, hizo una finta hacia adentro para quitarse a un defensor de encima y definió con potencia cruzado, al segundo palo del arquero, y mando la pelota a guardar. 

Díaz comandó el bailecito de celebración al que se unieron todos los demás jugadores, que movieron las caderas y los hombros como si se estuvieran sacudiendo del maleficio que les cerró el arco por siete partidos consecutivos. Y es que así era. 

Como en la plaza de de Barrancas o como en el fino césped de Anfield; Luis Díaz estaba como perro suelto en el estadio Metropolitano y de a poco iba a completar una faena majestuosa en la que fue su casa cuando se inició como jugador. 

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Segundo tiempo consagratorio para Díaz

En el segundo tiempo nadie lo frenó. Con la confianza ya en el bolsillo por haber logrado un gol y estar arriba en el marcador, 'Lucho' se dio un festín por la banda izquierda. Volvió loco al lateral Marc Enoumba, a quien ni sus raíces africanas le valieron para detener las zancadas de la estrella guajira. 

Para calmar los nervios de muchos y darle de una vez por todas los tres puntos a Colombia, Luis Díaz se inventó otra muy buena jugada por su carril, a puro desequilibrio, para asistir a Miguel Ángel Borja y así poner el segundo de los tres tantos con los que la 'tricolor' le ganó a Bolivia. 

Minuto 84, y la paleta de cambios del cuarto árbitro alumbraba con luz roja el número 14. Sí, Luis Díaz dejaba su lugar para darle ingreso a Jefferson Lerma, pero no sin antes recibir una ovación ensordecedora ante su público. Como quien dice, la bienvenida al nuevo Rey.