El fútbol 'champagne' de Gamero: hinchas de Junior despidieron a Millonarios con aplausos
El 'embajador' cortó una racha de ocho años sin ganar en Barranquilla y por su buen fútbol se fue aplaudido del Metropolitano.
Noticias RCN
11:17 p. m.
Que jugar lindo no sirve de nada sino sale campeón, que ser líder en todos contra todos no dice nada para cuadrangulares. Puede que estas dos afirmaciones que han rodeado a Millonarios en el último tiempo tengan mucho de verdad, pero también lo es el hecho de que el buen fútbol le hace a un equipo ganar el respeto y la admiración de los demás, incluso de sus rivales.
El nerviosismo se apoderó del 'embajador' en la previa del encuentro de este miércoles contra Junior en el estadio Metropolitano. Venía de perder en su última salida frente a Once Caldas y contaba con la ausencia de cuatro pilares en la titular: Álvaro Montero, Andrés Llinás, Juan Pablo Vargas y Larry Vásquez. Pero la identidad de juego prevaleció por encima de los nombres.
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El 'embajador', aún con suplentes, no se metió en campo propio ni tampoco renunció a su idea futbolística, y menos con le hecho de estar jugando en una cancha en la que es más visitante que siempre, pues llevaba ocho años sin conocer la victoria en el Metropolitano de Barranquilla.
Aunque muchos traten de negarlo, el jugar bien al fútbol premia a un equipo y eso le ocurrió a Millonarios esta noche. Se aferró a su idea, aunque esta vez un poco más conservadora, y logró llevarse los tres puntos con un gol agónico de Jader Valencia, y algo más.
Todos los equipos saben lo que es ganar, pero muy pocos pueden decir que lo hicieron llevándose los aplausos de pie de la hinchada rival y más de la de un equipo que es uno de sus más grandes rivales.
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Millonarios se fue aplaudido del Metropiltano por hinchas de Junior
El fútbol champagne del Millonarios de Alberto Gamerovio un fruto muy valioso este miércoles con la victoria en Barranquilla, pues dejó el estadio Metropolitano en medio de aplausos por parte de los espectadores con camisetas rojiblancas puestas.
Una victoria para el buen juego y más luego de las lamentables imágenes en Tuluá y que son totalmente opuestas a las de la 'arenosa', con los jugadores del Cali corriendo para huir de los barras bravas que invadieron el campo con el objetivo de increparlos y hasta golpearlos.
En tanto, Gamero puede estar tranquilo y con la ilusión más latente que nunca. El camino está labrado para alcanzar el sueño de ser campeón con el equipo de sus amores, pero debe seguir por la misma senda y sin bajar la guardia. Todavía hay recorrido por transitar, pero que al final brilla una luz, es una realidad.