Hinchas del Cartagena invadieron la cancha y Sebastián Viera puso la cara
Real Cartagena pasa por un mal momento en la segunda división del FPC y los hinchas terminaron invadiendo el campo de juego este domingo.

Noticias RCN
05:40 p. m.
La ilusión de regresar a la primera división parece desvanecerse cada vez más para Real Cartagena. Este domingo, en el estadio Jaime Morón, el equipo de la 'Heróica' sufrió una nueva caída, esta vez ante Jaguares, que logró remontar el marcador y dejó al conjunto local envuelto en una tormenta de frustración. La derrota no solo significó perder puntos vitales en casa, sino que también desató la furia de los hinchas, quienes invadieron el terreno de juego, en un episodio que refleja la tensión que atraviesa la institución.
El equipo cartagenero, que actualmente ocupa la séptima posición en el Torneo BetPlay, se aleja del rendimiento esperado y comienza a perder la paciencia de su afición. Lo que prometía ser una campaña de consolidación se ha transformado en un camino lleno de altibajos y cuestionamientos, con un entorno cada vez más enrarecido.
Sebastián Viera, en la cuerda floja
Tras el pitazo final y en medio de un ambiente caldeado, el técnico Sebastián Viera enfrentó los micrófonos con serenidad, pero también con sinceridad. En una declaración que sorprendió a muchos, puso su continuidad en manos de la dirigencia y la afición: “Antes de que me pregunten si voy a renunciar, si voy a seguir, quiero decir que nosotros trabajamos para que las cosas salgan bien. Tenemos un trabajo honrado, pero si las personas que están al lado piensan que nosotros somos el problema, ponemos el cargo a disposición”.
El exarquero uruguayo, que asumió el reto de dirigir a Real Cartagena con la intención de devolverlo al protagonismo, insistió en que su intención nunca fue ser un obstáculo: “Nosotros vinimos a sumar, no a restar. Si ganas, agarras confianza de nuevo y cambia todo”.
Incertidumbre y urgencia de resultados
Con el torneo entrando en su fase más crítica, el margen de error se reduce al mínimo. Aunque Real Cartagena aún se mantiene en zona de clasificación, la falta de solidez y los resultados adversos amenazan con descarrilar el proyecto. A esto se suma el descontento de la hinchada, que ya no encuentra consuelo en las palabras ni en las promesas.
La próxima jornada será clave para medir no solo el rendimiento del equipo, sino también la continuidad de Viera en el banquillo. En Cartagena, la paciencia se agota y el reloj no se detiene.