La futbolera Librería Nacional de Catar
Aquí, la historia del balompié catarí, novelas sobre el imperio otomano y pergaminos con poemas del fundador de este país.

Sebastián Arenas ENVIADO ESPECIAL CATAR
12:52 p. m.
Aprender de la literatura Islámica y persa suena emocionante. Entender los orígenes del lenguaje árabe es atrapante. Leer manuscritos de poetas que plasmaban esas letras es un impulso a seguir investigando. Los libros, definitivamente, son el sendero a la historia, al conocimiento, a comprender a los pueblos.
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Y esos pueblos un día conocieron el fútbol y hoy en día no imaginan su existencia sin él. Tampoco sin pergaminos o escritores. Esa comunicación entre letras y pelota es cada vez más fuerte y así lo comprendió la Librería Nacional de Catar, que, rodeada de balompié por el Mundial, expone historia de literatura y del balón.
A los costados, graderías con más de un millón de libros en 16 idiomas. Predominan el árabe y el inglés, por su puesto. Hay novelas, ciencia, biología, poesía, psicología, economía, ingeniería y la rama de la vida que los cataríes quieran aprender. En un ambiente agradable, toman su libro y leen con una pelota de fútbol gigante en la mitad.
Junto al objeto redondo, una exposición con la historia del fútbol catarí. Sus primeros clubes, su Asociación y jugadores que aquí son famosos. Hay pelotas emblemáticas, botines históricos y fotografías eternas para el balompié de este país del Medio Oriente, cuyo primer registro de un partido es en 1948 entre trabajadores de empresas. Ellos formaron el primer club reconocido, Al Najah, en 1950.
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Luego fueron apareciendo otros clubes: Al Tahrir (1952), Al Wakrah (1959) y Al Khor (1961). En 1963 se fundó la Liga de Catar y cuatro años después se creó Al Rayyan, quizás el equipo más conocido por los colombianos, debido al paso de James Rodríguez. En 1970 Catar se afilió a la Fifa y en 1973 el Santos de Pelé vino a jugar un amistoso.
Cuando termina la exposición de la historia del fútbol catarí, se pasa a una con la obra de Baya Mahieddine. Tras obtener tranquilidad observando la naturaleza que plasmó la artista argelina, se puede bajar a un museo literario. Hay libros de siglos anteriores: novelas sobre el imperio otomano y las tradiciones musulmanas, pergaminos con las primeras letras en árabe que conoció esta nación y hasta poemas que se presumen son de Mohammed Al Thani, fundador del estado de Catar y quien era coleccionista de libros. Su familia y quienes siguen al mando han conversado esa tradición.
A las 8:00 de la noche, cuando ya van tres de oscuridad, se cierra la Librería Nacional de Catar. La historia de su literatura, y de su fútbol, se dispersa por Doha.
Por:@SebasArenas10