El resurgir de Jakson Follmann, sobreviviente de Chapecoense: "Prefiero mi vida que mi pierna"
El exarquero habló con NoticiasRCN sobre su nueva faceta como cantante y la vida que afronta tras el accidente.
Noticias RCN
06:40 p. m.
Chapecoense es un club humilde de Brasil que por primera vez estuvo en boca de todo el planeta hace cinco años, cuando cumplió un campañón histórico llegando a la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional.
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Dos días antes del partido de ida que se iba a disputar en el Atanasio Girardot, el sueño se rompió y en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en una autentica pesadilla.
El Vuelo 2933 de la aerolínea LaMia, se estrelló en el municipio de La Unión (Antioquia). 71 de las 77 personas abordo, entre futbolistas y directivos de Chapecoense, y un grupo de periodistas de diferentes cadenas deportivas de Brasil, perdieron la vida.
Jakson Follmann fue uno de los sobrevivientes, pero tuvo que luchar por 56 días en un hospital de Medellín. 13 fracturas graves sufrió el exarquero, entre ellas, una en la pierna derecha que obligó a los médicos a aplicarle una amputación. Todo era dramático.
Operación, tras operación, tras operación. Así fueron los días de Follmann, pero finalmente le ganó a la vida su batalla más importante. Tras la emergencia, tuvo que retirarse del fútbol, pero lo hizo sin mucho dolor. La noticias de la muerte de la gran mayoría de sus compañeros lo llevó a cambiar el 'chip' y a agradecer el regalo de la vida.
"Cuando desperté del coma y recibí la noticia que el avión se había caído, que había perdido amigos y que nunca más yo podría volver a jugar fútbol, la primera frase que se me vino a la cabeza fue: 'Prefiero mi vida que mi pierna'. En ese momento realmente no era consciente de lo que había sucedido, me fui dando cuenta con el tiempo. También empecé a preguntar algunas cosas sobre el accidente, pero nunca partiendo de los demás, ellos nunca me contaron nada que yo no les preguntara. Eso fue algo positivo porque le fui dando tiempo al tiempo", contó Jakson Follmann en diálogo con NoticiasRCN.
La primera frase que se me vino a la cabeza fue: 'Prefiero mi vida que mi pierna'.
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Y continuó: "Luego fui viendo noticias en donde me daba cuenta de lo que había sucedido y con lo que me contaban mis familiares y médicos, no podemos pensar que esto es normal, sino solo una cosa súper anormal. Sobreviví a un accidente de avión. Si tomas todas las imágenes, parece imposible estar vivo. No me salvé por el lugar en donde estaba sentado ni por la posición que tomé, esto fue un milagro. Tenía 13 fracturas en mi cuerpo, casi muero en el hospital allá en Colombia. Luego de despertar del coma, tuve una infección de orina y me tuvieron que intubar nuevamente. Siempre trato de agradecerle mucho a Dios por esta segunda oportunidad y de alguna manera ayudar a la gente. No puedo huir de esa responsabilidad. Me ayudaron mucho en Colombia, en Brasil y todo el mundo, con oraciones y mucha fe"
Si tomas todas las imágenes, parece imposible estar vivo. No me salvé por la posición en la que estaba, esto fue un milagro
El accidente fue un renacer, literalmente, para Jakson Follmann. Tuvo que aprender a caminar de nuevo, ahora con una prótesis en su pierna derecha. También, para borrar los 'flashes' mentales de lo vivido adentro del avión durante la caída y que lo atormentaban cada noche.
Lidiar con el dolor de la pérdida de amigos y compañeros y seguir adelante, parecían dos cosas que fácilmente no podían ir de la mano. Pero el exguardameta tuvo que apoyarse en ayuda profesional. Recuerda que sintió la necesidad de seguir con su vida, pasar la página y saber que el mañana iba a ver un nuevo amanecer.
"Claro, fue muy difícil. Fui el último de los sobrevivientes en salir del hospital, a pesar de ser el primero en retornar a Brasil para hacerme una cirugía cervical, que fue la fractura más grave que tuve en ese momento. Tuve mucho acompañamiento de psicólogos en Colombia y Brasil y eso hizo la diferencia. Yo estaba enfocado al 100% en mi recuperación. Me privé de muchas cosas, como de ver las noticias, revisar mi celular y recibir mensajes. Solo retomé eso un mes después del accidente y me hizo muy bien. Después de estar 56 días hospitalizado, con toda certeza que ese acompañamiento me ayudó mucho a mi y a mis familiares, para tener mi cabeza tranquila"; reconoció.
Tras eso, se dio cuenta que lo más importante de todo es que la vida le había dado una nueva oportunidad y no quería desaprovecharla. El retiro obligado del fútbol no fue sino más que un envión anímico para encontrarle otro sentido a su existencia. Otra manera de encarar su realidad y no echarse a la pena por lo que le había ocurrido.
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"Uno nunca está preparado para una noticia como esa y además tuve otras fracturas graves en mi cuerpo. Tenía dos opciones: quedarme lamentando y entrar en depresión o encarar la vida de una manera diferente, con el pecho abierto y la sonrisa en mi rostro", recalcó.
Tenía dos opciones: entrar en depresión o encarar la vida de una manera diferente, con una sonrisa en mi rostro
Y así fue, Jakson Follmann salió del hueco del dolor y hoy la vida le sonríe plenamente. El accidente lo llevó a dedicarse a una pasión que, como el fútbol, la llevó en la sangre desde niño: la música.
El exjugador ahora es cantante del género 'sertanejo', un estilo country originario de Brasil, con el que le apuesta a llegar a los rincones más pequeños del mundo para llevar un mensaje de fe, esperanza y superación. Que no todo está perdido mientras se pueda luchar contra la adversidad.
"Desde niño soy un apasionado por la música, hay una canción que me acompañó en cada equipo en donde jugué. Estoy muy contento porque ya tengo varios proyectos lanzados en mi canal de YouTube y de Spotify. Ya tengo fechas reservadas para conciertos y eso me hace muy feliz porque lo he hecho con pasión. Me animé mucho a querer volver a Colombia, cierto, tal vez para hacer un espectáculo, incluso hacer una conferencia, creo que sería será muy importante y esperamos que tal vez algún día esto pueda suceder: Jakson Follmann regresando a Colombia con esta nueva vida y nuevos proyectos", reveló con entusiasmo.
Quiero regresar a Colombia para mostrar mi nueva vida y mis nuevos proyectos.
El caso de Chapecoense se ha trasladado a los estrados judiciales de Brasil, Bolivia, Colombia, Reino Unido y Estados Unidos, pero lo hecho aún no es necesario. Directivos de LaMia y técnicos de vuelo bolivianos han sido detenidos por lo ocurrido, pero Folmann y demás víctimas buscan que por fin se destape la realidad de lo que pasó y se haga justicia por las 71 personas que perdieron la vida injustamente.
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"Es lamentable porque el trauma y las penas fueron grandes, perdí amigos y colegas que no veré nunca más. Ya pasaron cinco años y no se ha decidido nada. La justicia está adelantando procesos en varios países, pero lamentablemente estamos viendo que esto continuará por muchos años más. Espero dejarlo en las manos de Dios y que se haga justicia, pero no por condenar a alguien, sino porque quienes pagaron el precio de lo sucedido fueron las viudas que perdieron a sus esposos, los hijos que perdieron a sus padres, los padres que perdieron a sus hijos. Esto es difícil y doloroso para nosotros. Llevamos cinco años y no ha pasado nada"; apuntó.
Quienes pagaron el precio de lo sucedido fueron las viudas que perdieron a sus esposos, los hijos que perdieron a sus padres, los padres que perdieron a sus hijos.
Alan Ruschel y Helio Neto fueron los otros dos jugadores que sobrevivieron al siniestro. Del accidente, Follmann agradece que eso los fortaleció y los convirtió en hermanos, de los que tiene la certeza que nunca se va a separar: "Hablamos todos los días. Son los padrinos de mi matrimonio, ellos saben de la importancia que tienen para mí".
No pensar en el accidente es una misión casi imposible para Jakson Follman y más aún viendo día a día las cicatrices que éste le dejó, pero al contrario de sentir rabia, solo 'saca el pecho' por ellas, ya que le recuerdan que en la vida no hay imposibles y que estando al borde de la muerte, pudo salir adelante para afrontar la vida con la fortaleza con la que lo ha hecho hasta hoy.
"Esta es una situación que llevaré el resto de mi vida. Ya pasaron cinco años, pero todavía es muy reciente. Es difícil para ti decir que no piensas en algunas situaciones de accidentes atrás, es solo que las marcas están ahí. Estoy muy orgulloso de mis marcas, de mis cicatrices y trato de agregar algo positivo a través de toda esta experiencia. Los mensajes que recibo de todas las personas a diario son muy importantes por la forma de vida que tengo, por la forma en que entro, esta discapacidad mía, que es una discapacidad no es de nacimiento, pero la adquirí a lo largo de mi vida y hoy soy un chico que está muy orgulloso de su cuerpo, muy orgulloso de la prótesis, de mis cicatrices. Yo trato de llevar una vida tranquila, sin forzar nada y ayudando al prójimo", confesó.
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Cada 28 de noviembre es un día diferente para Follmann y su familia. El hecho de haber acariciado la muerte lo lleva a alejarse del mundo y encerrarse en su entorno, con los que más ama. Es una fecha para reflexionar y para agradecer: para agradecer el regalo de estar con vida y el de una segunda oportunidad para disfrutar al máximo al lado de sus seres queridos, pero sobre todo, para cumplir la misión en su vida: ser testimonio de Dios con su vida.