La triste historia de Andrés Balanta: su padre murió cuando tenía 14 años
Andrés Balanta murió este martes luego de sufrir un paro cardiaco fulminante mientras entrenaba con su equipo.
Noticias RCN
10:48 a. m.
El joven futbolista colombiano Andrés Balanta, jugador de Atlético Tucumán de la primera división de Argentina, murió este martes en un hospital a sus 22 años, tras sufrir una descompensación en un entrenamiento, informó el club en las redes sociales.
"Atlético Tucumán lamenta confirmar el fallecimiento del futbolista colombiano Andrés Balanta. Abrazamos y acompañamos con profundo respeto a sus familiares y amigos en este momento", dijo la entidad conocida como El Decano, en un comunicado en redes sociales.
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El jugador perdió el conocimiento durante un entrenamiento en San Miguel de Tucumán (norte) y fue llevado de urgencia al hospital donde no surtieron efecto las maniobras de reanimación que se llevaron por varios minutos, según los medios provinciales.
Balanta era uno de los talentos más prometedores de Colombia y tan solo meses después de cumplir su sueño de jugar en el fútbol argentino, el futbolista perdió la vida.
Amigos de Balanta lloran su muerte
Desde muy joven el sueño de Andrés fue convertirse en futbolista profesional y gracias a su habilidad con la pelota logró pertenecer a las divisiones inferiores del Deportivo Cali desde muy temprana edad.
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Gracias al fútbol mostrado en el Cali, Andrés Balanta empezó a ser parte de las convocatorias de la Selección Colombia en las divisiones inferiores. Sin embargo, sufrió un golpe bastante fuerte para su vida cuando su papá murió a sus 14 años.
Desde entonces, Balanta quedó al frente de su familia. Su hermana y su mamá estaban orgullosas de lo que el joven jugador estaba logrando y él como el hombre de la casa que era, intentaba hacer todo porque ellas estuvieran bien.
“Ahora sí puedo sacar a mi mamá y a mi hermana los domingos, mi Pere”, le dijo Balanta a su amigo Andrés Perea cuando el fallecido logró comprarse su primer carro a punta de trabajo fuerte.
“Siempre le decíamos que no todo el mundo iba a tener las buenas intenciones que él tenía, pero Balantica siempre respondía que lo dejáramos ser así porque en la vida las cosas se devolvían. La mejor palabra para definirlo sería noble”, recuerda Perea.
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Un paro fulminante acabó con la vida de este mediocampista talentoso a sus tan solo 22 años. Los amigos con los que vivió su infancia en el barrio lloraron su partida y se mostraron orgullosos de lo que había sido Balanta, especialmente con su familia: “Andrés fue un joven sencillo que no perdió sus raíces. Su madre tenía una miscelánea y con eso pudo darle una buena crianza a él y a su hermana. Era muy alegre”, recordó Johan Segura, amigo del barrio.