"Los clubes se robaron jugadoras de equipos aficionados": grave denuncia en fútbol femenino
Una investigación de NoticiasRCN.com revela vacíos en el origen y desarrollo del fútbol femenino profesional en Colombia.
Noticias RCN
10:35 a. m.
La Copa América 2022 desató el boom del fútbol femenino en Colombia que tanto se esperaba desde hace tiempo, o al menos de manera momentánea. El enorme respaldo que recibieron las 'superpoderosas' en Cali, Armenia y Bucaramanga, demostraron que el producto sí vende y solo falta es apoyarlo.
El fútbol femenino fue tendencia en el país incluso antes del inicio del certamen continental. El anuncio de Fernando Jaramillo de la realización de la liga profesional para el siguiente semestre había generado una expectativa importante dentro del aficionado del deporte, pero luego, el mismo directivo se echó para atrás en su decisión.
¿La razón? Aunque el fútbol es un bien público y que todos pueden disfrutar y acceder, se organiza de manera privada. Es decir, los clubes son quienes deben invertir dinero para la plantilla y todo lo que eso conlleva y generalmente esos recursos llegan a través de un patrocinador que se le mide a auspiciar la liga, pero para el 2022 no apareció una empresa capaz de hacer semejante gasto.
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Según pudo conocer NoticiasRCN.com, la inversión que cada club debe hacer para conformar un equipo femenino para una liga de cuatro meses es de alrededor de 500 millones de pesos para pagar, además de salarios (bajos), uniforme, hidratación, alimentación y en algunos casos transporte y alojamiento.
Aunque debería entrar dentro de los gastos obligatorios, hay algunos equipos que no le ofrecen a sus jugadoras el transporte y alimentación. Según el informe de Acolfutpro sobre la liga femenina que se realizó en 2021, solo cinco clubes de los 11 participantes, pagaron transporte y solo tres pagaron alojamiento para los días de partido. Aparte, solo cinco clubes formalizaron contratos y afiliaron a seguridad social al 100% de su plantel femenino.
Lo que comienza mal, normalmente termina mal. Desde sus raíces, el fútbol profesional colombiano femenino ha tenido cierto vacíos en el reglamento, como por ejemplo, el del mecanismo de solidaridad por la transferencia de jugadoras. Si bien en 2017 empezó la competencia formal, desde hace bastante tiempo se realizaba de manera aficionada con equipos que le apostaron a un proceso con las uñas.
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Cuando en 2017 se da inicio a una liga profesional, los clubes inscritos, como no tenían fútbol base femenil, buscaron jugadoras de los equipos aficionados a los que no dejaron participar en el torneo oficial. "Les dijeron 'de malas'", le confesó una fuente a NoticiasRCN.com. Sin embargo, la denuncia va más allá.
"Los clubes se robaron las jugadoras de los equipos aficionados. ¿Cómo? Para transferir jugadoras, se tiene que hacer de forma legal y escrita a través del Comet. Cada equipo, hasta los no profesionales, tienen un usuario y una clave y para pasar jugadoras a otro equipo las tienen que liberar de su dominio. La Federación Colombiana de Fútbol tiene una clave maestra y en 2017 la activó para que todos los clubes profesionales pudieran inscribir a las jugadoras de los equipos aficionados sin transferencia", aseguró la misma fuente.
Aunque este asunto es delicado, quedó amparado -no solo en Colombia sino en todo el mundo- con la modificación de la Fifa en su Artículo 20 del Estatuto del jugador en 2019, en el que, hablando sobre el mecanismo de solidaridad (aquel porcentaje económico al que tienen beneficio los clubes que formaron a un jugador al momento de una transferencia), precisa que "Los principios de la indemnización por formación no son aplicables al fútbol femenino".
"La queja de los equipos aficionados femeninos ha sido el hecho de no reconocer la formación de jugadoras. De manera soterrada, en 2017 la Dimayor decidió manejarlo así y con bajo perfil porque más adelante iba a ser un tema de discriminación, y lo es. Castraron a todos los clubes aficionados que hicieron procesos, que invirtieron recursos y que finalmente fueron los que desarrollaron el fútbol femenino. Al momento de nacer la liga, sí les hicieron la 'jugadita', pero luego se vieron amparados por FIFA, no solo en Colombia sino en todo el mundo, con la inclusión del artículo 20 en el estatuto del jugador en 2019", le dijo otro directivo del fútbol colombiano a este portal.
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"En principio, lo que se dijo es que si cobraban derechos de formación, los clubes no iban a contratar jugadoras y la liga iba a nacer muerta. Lo que pasa es que la pugna va más allá y revienta en el 2019 porque Álvaro González Alzate denunció una indebida intromisión de Jorge Perdomo en un deporte aficionado, como el fútbol femenino. Él consideró que González le usurpó el manejo del fútbol femenino. Ese fue uno de los enfrentamientos más fuerte que tuvieron ambos", añadió.
Y continuó: "González decide mantener el fútbol femenino como deporte aficionado porque no había la estructura suficiente para volverlo profesional. Los clubes no tienen formación de mujeres, excepto Fortaleza. Algunos lo que han hecho han sido alianzas, como Medellín con Formas Íntimas, Cortuluá con un equipo de Palmira y Tolima con uno de Ibagué".
Fútbol femenino, en abandono total
De acuerdo a la investigación de NoticiasRCN.com, existen más de 100 equipos aficionados de fútbol femenino en todo el país en todas las categorías, pero el apoyo que reciben por Difutbol y Federación Colombiana de Fútbol es nulo. Es más, los únicos recursos que brindan es hacia las ligas departamentales para la participacion en torneos nacionales, pero más allá de eso están en el olvido absoluto.
"La liga profesional de 2017 enterró al fútbol aficionado. Hay fútbol femenino en todo el país, pero en un abandono total. Mis colegas de fútbol femenino en las regiones más apartadas, hacen trabajos con cuatro balones que llevan en un costal viejo, usan piedras como si fueran conos y las jugadoras no tienen uniformes. Nadie les para bolas. Desde 2017 que comenzó la liga profesional, no ha habido un torneo femenino de clubes aficionados. La Difutbol no ha hecho nada", dijo una de las fuentes consultadas.
"En 2017, América le ofreció a Amparo Maldonado -una señora que trabaja por el fútbol femenino de Cali por más de 40 años- 10 estacas, 10 balones y 10 uniformes por ocho jugadoras. Fue una masacre lo que le hicieron los clubes profesionales a los aficionados, con la complicidad de la Federación Colombiana de Fútbol", añadió.
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¿Cómo salir del bache?
Para que el fútbol femenino colombiano tenga verdaderos tintes de profesionalismo, debe contar con un músculo económico importante para la organización de la liga y garantizar así que los equipos puedan formalizar a sus jugadoras y dejar la incertidumbre de la continuidad del certamen. Garantizar un torneo por un mínimo de años, sería el punta pie inicial para llevar al balompié de mujeres a un siguiente nivel y hacerlo atractivo para los aficionados.
"Por ejemplo, Acolfutpro ha propuesto dos fuentes de recursos. Una es que haya un subsidio con recursos federativos estableciendo una planeación. A diciembre 31 de 2021, la FCF registró ingresos de 157 mil millones de pesos. Si se destina una partida de manera específica para la liga profesional femenina, ese dinero no se puede tocar porque la Dian no permite. La otra es acudir a la empresa privada. En 2019, Nicole Regnier, Vanessa Córdoba y Carolina Pineda consiguieron un patrocinador y a la hora de presentarlo en Dimayor, Jorge Enrique Vélez les dijo 'listo, pero yo me quedó con el 20% por administrar el torneo'. Así no se puede", dijo un directivo a este portal.
Ahora bien, el reto mayor es poder encontrar una solución pronto para poder darle debido desarrollo al fútbol femenino. Es claro que el primer respaldo debe venir de Dimayor, Federación Colombiana de Fútbol y los clubes profesionales, pero también debe haber impulso por parte de la empresa privada, medios de comunicación y los mismos hinchas, que con boletas, hacen parte del grueso de ingresos para los equipos.
"Tenemos que construir una liga con unos parámetros claros para poder buscar patrocinios, pero la esencia está en que mientras no sea obligatoria y no se pacte colectivamente, les pueden hacer la jugadita. Este año cuatro meses, el otro seis meses y es que no hay plata. Plata hay porque Fifa la da para el patrocinio del fútbol femenino, pero quién sabe la destinación que la da la FCF. Esa es una caja de pandora difícil de ubicar hasta que no haya en la contabilidad dentro de la Federación, una partida con destinación específica para subsidiar, por lo menos, de cuatro a cinco años la liga femenina", concluyó la misma fuente.