Los sacrificios de Mariana Pajón para ser la reina del BMX
La deportista logró dejar el nombre de Colombia en alto subiendo nuevamente al podio de unos Juegos Olímpicos.
Noticias RCN
03:27 p. m.
La vida de Mariana Pajón ha sido una pista de altibajos igual o más compleja que los escenarios dónde creció.
El esfuerzo de la familia Pajón Londoño, un espejo donde reflejó el destino de sus más grandes éxitos. Cuatro oros en Juegos Bolivarianos, dos en Sudamericanos, dos Centroamericanos y del Caribe, dos Panamericanos, siete veces campeona nacional y tres medallas olímpicas, una trayectoria de lujo para cualquier bicicrosista latinoamericano.
Vea también: Mariana Pajón: la guerrera que siempre resurgió para conquistar grandes batallas
“Nadie sabe lo que nosotros hemos pasado, de vender todo, de no tener hasta regalos de Navidad por ir a una carrera (…) Mi papá era un mecánico, simplemente un mecánico que creyó en él, la luchó y para mí es el mejor mecánico del mundo”, asegura.
El peso del oro olímpico es una hazaña que penetra el sentimiento de nuestra campeona. El pasado de sus raíces le enseñó que conquistar la cima del bicicross no era tarea fácil.
Lea además: "Para mí esto vale más que oro": Mariana Pajón habló sobre su triunfo en Tokio
“La gente solo ve la medalla, pero hay muchas coas atrás y me puedo haber ganado todo, pero mis papás son los campeones (…) Dejé de ir a muchas carreras por no tener con qué, pero ahora digo que valió todo la pena”.
Ocupar el trono de la reina del BMX, un pedestal de gallardía logrado por Mariana Pajón con trabajo, valentía y pasión.
Más información: ¡Gigante, Mariana! otra vez medallista olímpica: plata en el BMX de Tokio 2020