Cómo impulsar el crecimiento de tu marca, una guía de Fácilaviso
Todos queremos crecer, pero ¿cuál es la mejor forma de hacerlo? Con esta guía de Fácilaviso, podrás orientarte para que impulses el crecimiento de tu marca.
Noticias RCN
06:09 p. m.
El propósito de cualquier marca o negocio es crecer, aumentar ventas y cumplir con sus metas. Hoy en día, gracias al ecosistema digital, contamos con un sinfín de herramientas para poder llevar a cabo este crecimiento. Sin embargo, debemos tener en cuenta que cada marca es distinta y tiene propósitos distintos, así que no existe una estrategia de crecimiento o de Growth hacking universal que le sirva a todos.
Tal como un anillo tiene que ser hecho a la medida para que sirva.
El primer paso que debemos dar para crear nuestra estrategia de Growth hacking, es plantear las metas. Esto es parecido a la fijación de las metas de marca pero, a diferencia de estas, aquí debemos pensar con la mente en blanco, desde cero.
Con estrategias de Growth hacking, el plan va enfocado a exceder las expectativas de negocio, es decir, si antes pensábamos en llegar a todo Bogotá, ahora pensamos en todo Colombia y hasta en Latinoamérica. La idea con este tipo de estrategias es hacernos pensar en grande y probar hasta dónde podemos llegar.
Como dicen por ahí, para lograr grandes cosas, hay que pensar en grande.
Una de las cosas más importantes es entender las metas y qué estamos dispuestos a usar y sacrificar por ellas. Tal como sucede cuando estamos construyendo nuestra marca, pasamos noches enteras trabajando por ella y sacrificamos ciertas cosas en virtud de esto, ya que muchas veces en el crecimiento, si queremos aumentar nuestros números, la calidad tal vez no sea mejor, pero si queremos calidad, de pronto tengamos tantos números. No obstante, sí es posible tener ambas, aunque debemos tener en cuenta los esfuerzos que debemos hacer por eso.
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Es vital definir la meta y tener en cuenta que estamos dispuestos a hacer. En Growth hacking no miramos nada más que las metas y buscar soluciones para llegar a ella, pero si tenemos ciertos puntos que no queremos sacrificar, debemos tenerlos en cuenta para poder hacer una estrategia coherente con eso. Sucede igual cuando se va de paseo: si la prioridad es conocer muchos lugares, de pronto el tiempo en cada uno no será tanto, pero si queremos conocer a fondo un lugar, tal vez no vayamos a conocer tantos lugares.
Como cuando hacemos dieta si queremos llegar a nuestro peso ideal, pues debemos ver que queremos hacer y que queremos dejar para llegar allá.
La organización de una marca, sus plataformas, su comunicación, sus embudos, los KPIS por nombrar y algunos de los frentes, son vitales para poder tener un crecimiento exponencial. En el momento en que tenemos toda la información organizada, es mucho más fácil crear un plan de crecimiento porque tenemos todos los datos frente a nosotros y podemos realmente entrar a crear estrategias disruptivas las cuales van a crecer nuestra marca. Si no tenemos los datos claros, vamos a armar un sancocho porque no tenemos el panorama de marca claro y vamos a crear estrategias sin fundamentos y que no sirven.
Es importante aquí entender que los huecos o fallas de marca pueden ser las mejores oportunidades de mejoras. Es decir, si tenemos todo organizado si o si vamos a tener resultados, buenos, malos o regulares no importa, pero tenemos la información y el mapa de qué hacer frente a nuestros ojos. No se trata de empezar con los mejores resultados, pero sí de tenerlos claro y organizados para poder empezar a crecer.
Siempre podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío, pero siempre hay algo dentro del vaso y desde ahí es donde podemos decidir qué hacer.
En términos generales, el Growth hacking hace referencia al crecimiento exponencial de una marca con el menor uso de sus recursos. Por eso, al tener nuestra información organizada, es mucho más fácil analizar la marca y con una mente curiosa empezar a ver los posibles caminos para una marca.
Tener una mente curiosa, que no solo se quede con los datos, sino que vea las conexiones dentro de ellos, es vital porque solo ahí es que entendemos el funcionamiento de nuestro ecosistema de marca y podemos empezar a generar un plan de crecimiento. Es decir, si alimentamos todo nuestro ecosistema y a nuestras audiencias, vamos a ver cómo se generan las relaciones entre las distintas plataformas de marca y en ellas vemos las oportunidades de crecimiento.
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Otro factor determinante es la creatividad; ver las oportunidades de crecimiento y aprovecharlas con la menor inversión posible. En otras palabras, es aprovechar todos los recursos que ya tenemos y no gastar por gastar. Esto no quiere decir que no hagamos una inversión sino todo lo contrario: debemos invertir, pero las inversiones deben ser coherentes y, con ellas, hay que buscar nuevas alternativas que traigan la mayor cantidad de retorno.
En Growth hacking, es necesario ser recursivos y entender nuestro entorno para generar un crecimiento. Algo parecido a cuando uno entra a la nevera y solo ve dos ingredientes y está listo para pedir pizza, pero llega mamá y con los mismos ingredientes hace una comida increíble que supera cualquier restaurante.
Pensar en grande
Con un mundo digital todos los días se abren nuevas oportunidades para crecer nuestras marcas. Ya las marcas no solo piensan en un mercado local, piensan en vender en el mundo entero. Es tan simple como entender que tu marca puede estar a un clic de distancia de alguien en Moscú o tu vecino.
Lo único que nos limita es nuestro propio pensamiento.
Claro que es importante pensar en el mercado local como una primera etapa y sobre todo cómo la base de la marca. Sin embargo, ¿qué pasaría si pensáramos en el impacto que puede tener en otros lugares? ¿Si un producto tuvo una buena aceptación en un mercado por qué no lo tendría en otros?
Un perfecto ejemplo de esto puede ser como convertir un local de comida rápida en algo más que un simple local. Entonces, supongamos que este local tiene todo listo. Tiene su tienda, sus redes, tiene un servicio a domicilio e incluso está presente en plataformas de domicilios externas. Tiene unos números y un crecimiento interesante para su tamaño, pero quiere más.
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El primer paso es ponerse a pensar en grande, sin limitarse. Entonces, el dueño de la tienda se sienta con su equipo y empieza a pensar. En eso, él determina que su meta es vender en todos los rincones de Colombia, al mismo tiempo él dice que lo único que no va a comprometer es la calidad de su producto.
Una vez con su meta clara y una gran perspectiva, decide buscar locales para vender. Sin embargo, se da cuenta de que eso le va a salir muy costoso, así que busca empresas las cuales tengan un pensamiento similar y que están logrando lo que él quiere lograr. En esa investigación, se entera de que, al masificar su tienda, los productos pierden la calidad; justo lo que él no quiere para su producto.
La investigación es como una linterna, nos muestra el camino.
Por tanto, sigue mirando más opciones y, dentro de esa búsqueda, encuentra que algunas empresas han optado por convertirse en proveedores. Ya cuando mira con profundidad esta investigación, se da cuenta de que no pierde calidad su producto y, aunque su marca como tal no es quien vende, sí recibe los ingresos.
Si bien, logra llevar sus productos a miles de lugares en Colombia sin perder su calidad y ganando un buen ingreso. A pesar de que no es su marca la que está llevando, sus productos están en cada rincón de Colombia. Al lograr pensar en grande, con una buena investigación, planteando las metas y las limitaciones de forma correcta logramos llegar a unas metas que antes no pensábamos posibles. Es básico tener en cuenta la realidad, tener las cosas en blanco y negro para poder llegar a lo que otros creen imposible.
Con honestidad, transparencia y trabajo, logramos cumplir todas nuestras metas.
Es claro que cada marca va a tener metas distintas, pero siempre hay un lugar para un crecimiento exponencial. Todo depende de qué quieren lograr y qué les importa al momento de crecer. No es lo mismo buscar un crecimiento para una marca que ofrece sus productos que una que ofrezca servicios. No es lo mismo hacer crecer la imagen y el posicionamiento de una marca que hacer crecer sus productos y sus ventas. Esto no quiere decir que una no implica la otra, pero si es muy importante determinar qué quiere la marca y qué están dispuestos a cambiar o sacrificar.
Como con las relaciones, debemos tener muy claro qué queremos y cuáles son los límites que estamos dispuestos a cruzar para mantener esa relación.
Otro factor fundamental es que, en la fase de investigación e ideación, hay que tomar en cuenta los distintos caminos y ver como la marca puede construir su propio camino. Hacer cambios no implica que todo tenga que cambiar. Abrir las puertas a nuevos medios de ingresos puede ser una gran herramienta para seguir creciendo y llevar nuestras marcas a lugares que antes creíamos imposibles.
Por ejemplo, digamos que el dueño del local aún quiere tener su local y por más que abriera otra línea de negocio quiere seguir con su tienda puesto que le va bien. Puede hacerlo y, de hecho, al seguir con su tienda, es posible que se le abran nuevas oportunidades y logre crear nuevas metas y tenga más crecimiento.
Lo importante es que siga luchando por su crecimiento y no se detenga. Las oportunidades no llegan porque sí o porque no. Tenemos que buscarlas y trabajar con ellas. La primera clave para establecer una estrategia de crecimiento es analizar los datos y la información que tenemos de nuestra marca. Debemos tener claro cómo funciona nuestro ecosistema de marca, cómo nutrirlo, todo lo que hace parte de este, su entorno y las audiencias que llegan.
Si no tenemos esto organizado, nos vamos a “volver un ocho” porque no tenemos claridad ni sabremos los datos reales de nuestra marca.
Al no tener datos reales o confusos, podemos entrar a crear estrategias que no tengan ningún punto o hacer inversiones que no contribuyan a nuestro crecimiento de marca. Dicho esto, cabe resaltar que es clave tener buenos embudos de conversión y los KPIS adecuados para cada uno.
Una buena forma de entender esto es que, cuando queremos conquistar a alguien, tenemos que considerar muchos factores para poder lograr nuestro cometido. Hagamos cuenta de que hay dos hombres, Felipe y Camilo, que quieren conquistar a la misma mujer. Ambos tienen un plan en mente, pero un simple detalle los diferencia, pues Felipe ejecuta y actualiza su estrategia a medida que va obteniendo más información sobre la mujer, mientras que Camilo se aferra a su plan y considera que tiene que servir sí o sí. Sin actualizarlo y sin modificaciones.
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Ahora bien, con cada cita y cada salida que tienen con nuestra modelo, ambos van obteniendo más datos y veremos qué es lo que pasa en cada caso. Felipe, quien actualiza y acomoda su plan de acuerdo con la información que ha ido recolectando, puede tomar una próxima decisión mucho más certera y precisa por el simple hecho de que van orientadas a las conclusiones que resultaron de un análisis de dichos datos y al sostenimiento de su organización. Esto le garantiza una probabilidad de éxito más alta y una conquista casi segura.
Por otro lado, tenemos a un Camilo que sigue con su rígido método y confía en sus habilidades e instinto seductor, pero, lo que no sabe, es que su visión se puede ver algo recortada por no llevar un registro y un esquema organizado de lo que ha aprendido con la chica. En consecuencia, sus decisiones no tendrán la misma precisión que la de Felipe y su resultado se verá limitado, en parte, por criterios aleatorios a pesar de la existencia de su plan.
Si uno quiere hacer las cosas a las patadas, puede pero rara vez va a funcionar.
Así pues, vemos que la organización es clave para seducir tanto a la chica como a la audiencia, aquella musa y dueña de nuestras acciones como marca. Por último, cabe recordar que un entendimiento de 360 grados sobre el entorno y el contexto de nuestro público objetivo también nos permitirá nutrir cualquier estrategia y alcanzar nuestras metas de forma más eficiente y precisa.
Organización y crecimiento
Bien lo han dicho los sabios, filósofos y hasta nuestros padres durante un largo tiempo: “hay que aprovechar las oportunidades”, “las oportunidades son únicas”, y un buen par de frases más para advertirnos que el mundo está lleno de posibilidades, pero hay que aprovecharlas. Hay que ir a por ellas.
Esta premisa es universal y aplica también en el crecimiento de nuestra marca.
Para conseguir este objetivo, este sueño para cualquier emprendedor, empresario o dueño de su propio negocio, hay que tener una visión amplia de nuestro panorama en el mercado, del mercado en sí y de nuestra audiencia, ya que así podremos identificar y descubrir nuevas oportunidades y formas de ofrecer nuestros servicios y productos.
Como buena novia intensa, lo sabe todo y en qué momento usarlo.
De esta manera, llegaremos a nuestras audiencias mediante caminos diferentes a los de la competencia y asegurarnos un buen cupo de posicionamiento en la mente de nuestros consumidores. Recordemos que cualquier aspecto que nos diferencie de la competencia, será percibido como valor por parte de nuestros clientes.
Para ilustrar este punto, imaginemos que hay un músico que, lógicamente, quiere distribuir y vender su música. Por lo general, el mercado de la industria musical se ve saturado por la emergente cantidad de oferta y, sin una sólida estrategia de comunicación y de marketing, es realmente difícil triunfar en este campo.
Nuestro músico quiere evitar esta saturación de mercado y, con algo de visión y una perspectiva más periférica, pudo identificar que puede vender la música desde un ángulo completamente distinto: ambientación para restaurantes y comercios locales. La situación cambia completamente con modificar nuestro eje y sentar cabeza para identificar nuevas oportunidades. Ahora, nuestro músico encontró una forma distinta de vender y distribuir sus obras musicales y evitará seguir la senda de la venta mediante disqueras y sellos discográficos.
Claro está que, aunque estas rotaciones de perspectiva nos ponen sobre la mesa nuevas posibilidades, hay que buscar el modo de articular lo que ya tenemos hecho con nuevas líneas de mercado que podamos identificar.
Como siempre nos han dicho, el vivo vive del bobo y el bobo de las excusas.
Todo el proceso de construcción de marca precisa de una fórmula que incluye paciencia, compromiso, inteligencia y visión. Con todos estos elementos presentes y haciendo uso de esta guía, estarás listo para llevar tu marca, negocio, empresa y cualquier tipo de emprendimiento al siguiente nivel. Las llantas están calibradas, alineadas y balanceadas. Ya llegó el momento de empezar el viaje.
Además, con la aparición de herramientas y plataformas como Fácilaviso del Canal RCN, parte de este extenso proceso se vuelve más sencilla en cuanto se refiere a la pauta publicitaria y la consecución de una visibilidad más alta. La construcción de tu marca ebs algo que llevarás más que solo tiempo, ya que deberás demostrar compromiso contigo mismo y con tu propia marca para elevar al máximo la creación y el reconocimiento de la misma.
Como todo en la vida, las buenas cosas toman tiempo.
Recuerda que hacer de tu marca algo único en un mundo repleto de opciones y expuesto a un desborde de información, solo será posible entre más aprendas de tu propia marca y de tu propia audiencia, pues estos datos te ayudarán a ejecutar con confianza cada paso de tu estrategia de marketing y de comunicación.
De igual forma, es plausible tener en cuenta que hay que disfrutar del proceso y tomarlo con calma para que la creatividad sea rebosante y se refleje en el producto final que se le ofrece a los consumidores. Así mantendrás una sana visión de todo el panorama y podrás ver con detalle qué detalles hay que reparar y seguir avanzando.