Corea del Norte pone en duda la continuidad del diálogo con Estados Unidos sobre desarme
La portavoz del Departamento de Estado de EE.UU.que ambas partes han tenido "buenas conversaciones".
Noticias RCN
09:17 a. m.
Corea del Norte puso este domingo en duda que vaya a reunirse de nuevo con Estados Unidos tras la fracasada ronda de diálogo de este fin de semana en Estocolmo y acusó a Washington de no proponer nada nuevo en las conversaciones y mantener una "política hostil" hacia Pyongyang.
Un representante de la Cancillería norcoreana acusó a Washington, en un comunicado publicado por la agencia estatal KCNA, de tratar de usar las negociaciones para intereses domésticos y dijo que "carece de base" la afirmación de EEUU de que ambos países volverán a reunirse de nuevo en dos semanas en la capital sueca.
"EEUU no hizo nada para prepararse para estas negociaciones, y solo buscó su propio interés político al usar las conversaciones para su política doméstica", añade el texto.
"Estas conversaciones nos han llevado a pensar que Estados Unidos no tiene voluntad política para mejorar las relaciones bilaterales y que solo está tratando de sacar provecho de este diálogo para sus propios fines políticos", prosigue.
El portavoz aseguró a su vez que EE.UU. "insistió en su postura previa y no trajo ninguna propuesta nueva a esta negociación".
También advirtió de que si la Casa Blanca insiste en "sus viejos métodos de cálculo" para afrontar el diálogo, "el acuerdo entre ambas partes podría llegar a su fin", en referencia al compromiso bilateral alcanzado en Singapur en 2018 para negociar la desnuclearización de la península.
"El destino del diálogo depende de la actitud de Estados Unidos, y el límite de tiempo es hasta el final de este año", recordó el representante del régimen norcoreano.
El mensaje de Pyongyang llegó horas después de que la delegación norcoreana que participó en las reuniones en Estocolmo el sábado asegurara que el diálogo con Washington sobre desarme está suspendido.
El líder del equipo negociador norcoreano, Kim Myong-gil, aseguró al término de la reunión que el diálogo se ha roto porque Washington se ha mostrado inflexible en sus posiciones sobre el desarme.
"Las negociaciones no han cumplido nuestras expectativas y finalmente se interrumpieron", dijo Kim.
Las dos partes ofrecieron a la prensa diferentes versiones sobre lo ocurrido y ni siquiera se pusieron de acuerdo sobre si el diálogo continuará o no en el futuro.
La portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Morgan Ortagus, aseguró en un comunicado que ambas partes han tenido "buenas conversaciones" y que Washington planea asistir a otra reunión en dos semanas, lo cual Pyongyang ha puesto hoy en duda.
"Estados Unidos aportó ideas creativas y tuvo buenas conversaciones con sus homólogos norcoreanos", señaló Ortagus, quien afirmó que ambos países "no superarán un legado de 70 años y de hostilidad en la península de Corea en el transcurso de un solo sábado".
"Estos son asuntos importantes y requieren un fuerte compromiso de ambos países. Estados Unidos tiene ese compromiso", concluyó.
Las conversaciones entre ambas partes en la capital sueca han estado rodeadas de un gran secretismo, lo que se había considerado como una señal del interés por evitar el ruido mediático y romper el bloqueo que persiste desde la fracasada cumbre de Hanói de febrero pasado.
Incluso medios de EE.UU., citando a funcionarios de Washington, aseguraron que la Casa Blanca estaría dispuesta a levantar sanciones sobre exportación de textil y carbón norcoreano si Pyongyang desmantelaba sus principales instalaciones en el centro de investigación nuclear de Yongbyon y dejaba de enriquecer uranio durante tres años.
El inesperado desenlace de lo acontecido en Estocolmo pone ahora en duda esta versión y aumenta la incertidumbre en torno al proceso de desnuclearización
Los encuentros en Suecia buscaban romper el bloqueo que persiste desde la cumbre de Hanói de febrero, en la que Washington consideró insuficiente la oferta de Pyongyang referente al desmantelamiento de Yongbyon y se negó a levantar las sanciones económicas que pesan sobre el país asiático.