La Corte Suprema de Estados Unidos examina caso trascendental sobre armas
Los nueve magistrados del alto tribunal tendrán que decidir entre apoyar el derecho de portar armas o velar por la seguridad pública.
AFP
10:20 p. m.
La Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora, se mostró dividida en un caso que podría dar lugar a restricciones más laxas para el porte de armas de fuego en público.
Los nueve magistrados del alto tribunal, seis de los cuales son conservadores, debatieron durante dos horas una ley de Nueva York que limita, desde 1913, el derecho de portar un arma de fuego oculta en público a las personas que puedan demostrar que enfrentan un riesgo especifico.
Dos propietarios de armas a quienes se les negaron esos permisos, y una rama de la influyente y poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) piden a la Corte Suprema derogar esa ley. "Llevar un arma de fuego fuera de su casa es un derecho constitucional fundamental", argumentó su abogado Paul Clement.
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Esa postura recibió el firme apoyo del magistrado conservador Samuel Alito, quien alegó a favor de "la gente común y honesta que trabaja hasta altas horas de la noche", como conserjes, meseros o enfermeros, que no tiene derecho a armarse para garantizar su seguridad "mientras que las estrellas, los jueces y los policías retirados tienen derecho a la legítima defensa".
En un país donde las armas de fuego matan a unas 40.000 personas al año, incluyendo suicidios, los tres magistrados progresistas manifestaron su oposición. "Estas son armas peligrosas", "si sales con un arma oculta y la usas, la gente puede morir", dijo el decano Stephen Breyer.
Pese a que algunos magistrados conservadores criticaron la ley de Nueva York, parecían buscar el camino del medio. "Todos están de acuerdo en que necesitamos ciertas regulaciones", señaló Amy Coney Barrett, una de los tres magistrados nombrados por el expresidente Donald Trump.
Los magistrados discutieron extensamente los criterios que permitirían definir "lugares sensibles" donde las armas aún podrían estar prohibidas si la ley fuera invalidada, como el metro, los estadios de fútbol o Time Square.
"Enorme impacto"
Este se trata del primer caso importante relacionado con el derecho constitucional de la Segunda Enmienda a portar armas que escucha el tribunal más alto de la nación en más de una década.
"Hay mucho en juego" y las "posibles consecuencias son muy graves", dijo Angela Ferrell-Zabala, vicepresidenta de Everytown For Gun Safety y Moms Demand Action, a un pequeño grupo de manifestantes reunidos fuera del tribunal antes de la audiencia.
La decisión del panel de nueve miembros "podría dificultar que las ciudades y los estados aborden la crisis" de la violencia con armas de fuego, añadió.
Por su lado, David Hogg, un sobreviviente de la masacre de la escuela secundaria Parkland de 2018 en Florida, imploró a los nueve jueces que no "abandonen las pocas protecciones que existen en la ley". "Estamos pidiendo algo simple: ¡seguridad!".
El tribunal tiene hasta finales de junio para pronunciarse.
Si invalida la ley de Nueva York, indudablemente derribará normas similares en vigor en otros siete estados, algunos de los cuales son muy poblados como California o Nueva Jersey, subrayó Joseph Blocher, profesor de derecho en la Universidad de Duke. "80 millones de estadounidenses viven en estos estados, por lo que el impacto real será enorme", dijo.
Segunda Enmienda
Más aún, la redacción de la sentencia será analizada de cerca porque podría implicar "un punto de inflexión en la forma en que los tribunales examinan los casos relacionados con la Segunda Enmienda" de la Constitución, señaló por su parte Eric Ruben, profesor asociado de la facultad de derecho SMU de Texas.
Ratificada en 1791, la Segunda Enmienda establece el derecho del pueblo a tener y portar armas.
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En un caso histórico de 2008, la Corte Suprema dictó que la Segunda Enmienda garantizaba el derecho a la posesión de armas, pero permitió que las ciudades y los estados establecieran sus propias reglas sobre su porte fuera del hogar. Eso desató un abanico de regulaciones en todo el país.
Durante la siguiente década, los tribunales en general sostuvieron que las restricciones locales podrían estar justificadas por preocupaciones de seguridad, por lo que las reglas variaron de un lugar a otro.
Los partidarios de portar armas piden a la Corte que aproveche el caso de Nueva York para "rechazar este enfoque", subrayó Ruben. Si el tribunal falla a su favor, "abriría la puerta a una serie de nuevas quejas contra todas las regulaciones existentes", agregó.