Así era el estudio del maestro Fernando Botero en Mónaco
En Noticias RCN tuvimos acceso al estudio del maestro Fernando Botero, el cual se volvió su templo y donde dejó grandes obras. Su legado.
Noticias RCN
01:18 p. m.
En el número 6 del que Quai Antoine 1er se encuentra ubicado en Mónaco el estudio del maestro Fernando Botero, en el buzón a la entrada del inmueble, esta su firma de su puño y letra.
El estudio en Mónaco del maestro Fernando Botero
Acompañados por su hija Lina, en Noticias RCN pudimos entrar a su estudio, el santuario del artista, donde parece que el maestro aun estuviera allí, pues su presencia se siente e incluso aún permanece en pie una copa de vino sin terminar.
“El último día que él estuvo en el estudio fue el viernes, estuvo trabajando todos los días, como lo hacía todas las tardes. Él permanecía en este estudio unas cuatro horas al día todos los días, en un silencio absoluto, como se siente actualmente”, comentó Lina Botero, hija del maestro.
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Pareciera que sus lienzos, pinceles y bocetos aún lo esperaran para que termine con ellos. Las últimas obras que desde hace un mes había empezado a pintar.
El estudio era su lugar favorito, desde hace años, cerca al puerto de Mónaco, este espacio se había convertido en su mundo.
“Era su santuario, su refugio, su oasis. Trabajaba en una mesa y pasaba cuatro horas en silencio absoluto haciendo dibujos y acuarelas que es a lo que se dedicó a lo largo de los últimos dos años”, detalló Lina Botero.
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El universo del maestro Botero con olor a pintura fresca, con libros recopilatorios de una carrera llena de éxitos y reconocimientos.
Fernando Botero dijo adiós, pero su escritorio sigue intacto
Su escritorio permanece intacto, nada se ha movido desde que por última vez el maestro trabajo allí; su silla parece lista para volver a ser usada por el gran pintor colombiano que pasaba varias horas en ella cada tarde dándole vuelta a sus ideas de colores y trazos perfectos.
“Curiosamente a los 91 años estaba trabajando en la técnica más difícil de todas porque la acuarela no da lugar a equivocaciones, no da lugar a correcciones. Se necesita una precisión, decisión y si se equivoca hay que destruir la obra y volver a comenzar. Su trabajo reflejaba una frescura, energía, poesía que era impresionante”, consideró su hija, quien habló en exclusiva con Noticias RCN.
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Estar en su estudio no es solo ver de primera mano su manera de trabajar, es sentir que el gran Fernando Botero ponía su vida en cada pincelada mientras miraba desde su gran ventana la belleza de ese mar que lo atrajo al famoso puerto del principado, y que lo inspiró para llenar de su bella obra al mundo.