El llanto de migrantes en la frontera México-EE.UU. tras el cierre de CPB One
Una mujer colombiana no pudo controlar su frustración ante las medidas de Donald Trump para controlar el ingreso de migrantes a Estados Unidos.
Noticias RCN
08:58 p. m.
Sumida en llanto, Margelis Tinoco dice no saber qué será de su vida tras la decisión del presidente Donald Trump de cancelar este 20 de enero un programa que permitió a casi un millón de migrantes pedir citas de asilo para ingresar legalmente a Estados Unidos.
Tinoco, colombiana de 48 años que emigró desde Venezuela con su esposo y un hijo, se enteró de la suspensión cuando acudía a su cita este lunes en un puerto fronterizo de la mexicana Ciudad Juárez (norte).
Lo supo casi al mismo tiempo que Trump asumía para un segundo mandato, prometiendo una guerra sin cuartel contra la migración ilegal y desactivando la aplicación móvil CPB One, mediante la cual se programaban las citas.
"¡Mira lo que dice!", expresó la mujer señalando la pantalla de su celular en la que se leía: "las citas existentes programadas a través de CBP One ya no son válidas".
"Ya no se qué va a ser con mi vida", afirmó Tinoco vestida con gorro, saco y guantes de lana para protegerse de temperaturas que han bajado a menos tres grados centígrados.
La suplica de la mujer colombiana a Donald Trump
"Que tenga compasión y nos deje cruzar, que nos dé un apoyo, que nos apoye porque venimos (...) con seis meses de sufrimiento", suplicó a Trump la colombiana, tan devastada que terminó arrodillada frente a un poste metálico.
Tinoco se refería al tiempo que lleva viajando desde que salió de Venezuela.
Trump declarará la frontera en "emergencia" para detener "toda entrada ilegal", al tiempo que promete deportar a "millones de extranjeros criminales".
La frustración de los migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos
La frustración se extendió entre los migrantes en Ciudad Juárez y Tijuana que habían conseguido cita tras múltiples intentos y largos y peligrosos viajes desde sus países, de donde salieron huyendo de la pobreza, la violencia o de gobiernos autoritarios.
"Ahora no sabemos qué va a pasar", comentó desconcertado Antony Herrera, venezolano de 31 años, quien tenía cita este lunes en Tijuana (noroeste) junto con su esposa y tres hijos. La decisión de Trump sepultó una expectativa de ocho meses, el tiempo que lleva viajando esta familia.
Herrera forma parte de los más de siete millones de venezolanos que dejaron su país desde 2014 por la crisis que alcanzó un nuevo pico con la cuestionada reelección de Nicolás Maduro y que podría ahondarse con el regreso de Trump.
"Siento que ya no nos quieren allá (...) Tampoco puedo esperar a que simplemente tengan misericordia con nosotros, es mejor que ya nos digan si va a haber una oportunidad o ver qué hacemos, buscar otras opciones porque mi país está en crisis", señaló también en Tijuana otro venezolano de 25 años, quien se identificó como Jorge.