Indignación de mujeres afganas por las restricciones a trabajar de los talibanes
Dichas restricciones entraron en vigor este lunes 20 de septiembre y generaron indignación por la pérdida de derechos de las profesoras y alumnas.
AFP
05:20 a. m.
Pese a haber prometido una versión más suave de su brutal y represivo régimen de 1996 a 2001, los islamistas radicales están reforzando su control sobre las libertades de las mujeres, un mes después de haber tomado el poder en Afganistán.
"Podría estar muerta" dice una mujer, expulsada de un importante cargo en el ministerio de Relaciones Exteriores.
El alcalde en funciones de Kabul ha afirmado que los trabajos municipales ocupados por mujeres tendrán que ser ahora asumidos por los hombres.
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Todo ello se produce mientras el ministerio de Educación ordenó a los profesores y estudiantes hombres a volver a las escuelas secundarias este fin de semana, pero sin mencionar a las millones de profesoras y alumnas mujeres existentes en el país.
Los talibanes cerraron el viernes el antiguo ministerio de la mujer, implementado por el anterior gobierno, que será reemplazado por otro, ya famoso durante el pasado régimen talibán, destinado a reforzar la doctrina religiosa.
Muchas mujeres afganas, temen que no volverán a hallar sus empleos.
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El nuevo gobierno talibán anunció hace dos semanas que no contaría con mujeres en el gabinete.
Las mujeres afganas, aunque aún sigan marginadas, lograron notables avances en su condición y derechos en los pasados 20 años, convirtiéndose en jueces, pilotos, diputadas u oficiales de policía, aunque esta situación se dio fundamentalmente en las grandes ciudades.
Cientos de miles de ellas han ingresado en el mercado de trabajo, muchas veces obligadas en tanto que viudas o como apoyo a maridos inválidos en un contexto de dos décadas de conflicto armado.
Pero desde su vuelta al poder el 15 de agosto pasado, los talibanes no parecen dispuestos a preservar esos derechos.
Al ser interrogados, los responsables talibanes dicen que se sugiere a las mujeres permanecer en sus casas por su propia seguridad, pero que se les permitirá trabajar una vez que se hayan implementado las normas de separación.