Michelle Bachelet pidió urgentemente un alto al fuego entre Armenia y Azerbaiyán
La Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, llamó a las partes del conflicto para establecer un cese al fuego de manera urgente.
Noticias RCN
03:12 p. m.
En un comunicado, Bachelet consideró “muy importante constatar que estos últimos días lugares poblados habrían sido objeto de bombardeos con arma pesada en la zona de conflicto y sus alrededores”, y pidió un “cese al fuego urgente ante el impacto sobre las ciudades”.
Desde el 27 de septiembre, separatistas armenios de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, apoyados por Armenia, se enfrentan con las fuerzas azerbaiyanas en esta región montañosa.
La presidencia francesa aseguró que los beligerantes se orientan “hacia una tregua” que se alcanzaría el viernes por la noche o el sábado. El balance oficial subió el viernes por la mañana a más de 400 muertos, de ellos 22 civiles armenios y 31 azerbaiyanes.
Este balance es muy parcial y podría ser mucho más elevado, pues cada bando afirma habler eliminado miles de soldados enemigos. Azerbaiyán no proporciona información sobre sus pérdidas militares.
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El Alto Comisionado de la ONU registra 53 civiles muertos, incluidos niños, pero precisa que no pudo verificar las cifras de manera independiente.
“Pido a todos los Estados, en particular a los que tienen influencia en las partes en conflicto, que están obligados por el derecho internacional a hacer todo lo posible para garantizar el respeto del derecho internacional humanitario, inclusive la protección de los civiles”, subrayó Bachelet.
Pide también a los beligerantes “cesar inmediatamente” la utilización de armas con submuniciones, exhortando a Armenia y a Azerbaiyán a sumarse al centenar de Estados que ratificaron la convención que prohíbe completamente su uso.
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Estas armas están dotadas de múltiples minibombas que se dispersan sobre un vasto perímetros pero no explotan todas, convirtiéndose de facto en minas antipersonales que matan y mutilan mayoritariamente a civiles durante y después de los conflictos.
Nagorno Karabaj, mayoritariamente poblado de armenios, se separó de Azerbaiyán a la caída de la Unión Soviética, causando a inicios de los años 1990 una guerra con saldo de 30.000 muertos.
El frente estuvo casi congelado después de un cese el fuego en 1994, pese a enfrentamientos regulares. Las hostilidades que se reanudaron el 27 de septiembre constituyen la más grave crisis desde entonces.
Bachelet pidió a todas las partes en ese conflicto abstenerse de utilizar un discurso de odio. Además, agregó que “lo que hace falta de parte de todos, incluso de los dirigentes políticos, es un diálogo constructivo que tienda a proteger los derechos humanos y a favorecer una solución política duradera para el conflicto”.