El partido entre Alemania y Hungría se convierte en un enfrentamiento político
La UEFA ha recibido innumerables críticas al rechazar que el estadio de Múnich vistiera los colores del arcoíris en símbolo de protesta a la ley de Hungría.
AFP
12:57 p. m.
La UEFA se enfrenta a innumerables críticas al haber rechazado que la ciudad de Múnich, iluminara su estadio con los colores del arcoíris como protesta por la controversial política de Hungría, sobre prohibir hablar de homosexualidad a los menores de 18 años.
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Debido a las críticas que recibió la UEFA, levantó un movimiento de solidaridad en Alemania, en vísperas de un partido de la Eurocopa entre ambos países que se anuncia tenso el miércoles, los alemanes ya lo denominan el "Rainbow-gate".
Para mostrar su oposición a una ley considerada discriminatoria contra los homosexuales, la ciudad bávara pidió a la UEFA, organizadora del torneo, autorización para iluminar el miércoles por la noche el estadio con los colores de la comunidad LGTBI en donde se llevará a cabo el partido entre Alemania y Hungría.
La UEFA anunció su respuesta negativa ante la solicitud esta mañana, pues aseguró que comparte totalmente los valores de tolerancia promovidos por esta iniciativa, pero como "organización política y religiosamente neutral" no puede aceptar vehicular un mensaje dirigido específicamente a un país o un gobierno.
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Sin embargo, la organización propone iluminar el estadio con los colores del arcoíris el 28 de junio, o también a principios de julio, para coincidir con los eventos que habrá por los días del 'Orgullo' en Múnich.
El alcalde de la ciudad, Dieter Reiter, mencionó "Encuentro vergonzoso que la UEFA nos prohíba, aquí en Múnich, enviar una señal por el cosmopolitismo, la tolerancia, el respeto y la solidaridad con las personas de la comunidad LGTB".
No obstante, el político no quiso quedarse de brazos cruzados y anunció que se iban a adornar varios edificios emblemáticos de la ciudad con los colores del arcoíris el miércoles por la noche, incluida una torre visible desde el estadio en señal de apoyo a los ciudadanos de Hungría.
De igual manera, antes del partido, los organizadores de la marcha del 'Orgullo' de Múnich, en colaboración con Amnistía Internacional, planean repartir 11.000 banderas a los espectadores para vestir al estadio por dentro de los colores del arcoíris.
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El equipo del Bayern, como “propietarios” del estadio, también lamentó la decisión de la UEFA "Nos habría gustado que el Allianz Arena hubiera podido brillar el miércoles con los colores del arcoíris", declaró el presidente del club, Herbert Hainer.
Por otro lado, el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, también lamentó la decisión "Habría sido un símbolo muy fuerte, es algo más que un mensaje político, es un mensaje de valores profundos".