Trabajadores acusan a importante marca de vehículos de torturas y violaciones

Luego de tres años de recoger testimonios de las víctimas, que relataron los abusos "graves y sistemáticos", como violaciones, maltrato físico y tortura, que vivieron en una planta de una ensambladora de vehículos en Brasil, un grupo de fiscales adelanta el caso que reaviva la polémica sobre la violación de derechos humanos que se le adjudica a dicha compañía.

En un nuevo episodio de la deuda histórica que tiene la empresa Volkswagen con la ciudadanía brasileña, los trabajadores que vivieron condiciones similares a la esclavitud, continúan alzando su voz. En esta ocasión un informe reunió los testimonios de las víctimas que durante la época de dictadura del país aseguraron ser violadas, golpeadas y amarradas a árboles, según afirmó el fiscal a cargo, Rafael García.

El grupo alemán, segundo constructor de automóviles a nivel mundial, enfrenta acciones legales en Brasil por graves acusaciones de violaciones cometidas en una gran hacienda que operaba en la cuenca amazónica en las décadas de 1970 y 1980 bajo el régimen militar, informó el domingo la prensa alemana.

Los investigadores recogieron relatos de víctimas que fueron atraídas a la hacienda con falsas promesas de trabajos bien remunerados para luego ser obligadas a talar la selva en condiciones extenuantes, en contra de su voluntad y trabajar en lo que se convirtió en la mayor hacienda ganadera del estado de Pará (norte).

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Escalofriantes denuncias sobre los abusos

El informe de ese grupo de trabajo contiene una serie de escalofriantes denuncias de extrabajadores de la hacienda, conocida como Fazenda Vale do Rio Cristalino, donde, según los relatos, guardias armados vigilaban con dureza a cientos de trabajadores.

"Los trabajadores que intentaron escapar fueron golpeados, atados a árboles y dejados allí durante días. Los trabajadores fueron sistemáticamente agredidos físicamente", aseguró el fiscal.

García dijo que un grupo de investigadores pasó tres años reuniendo pruebas sobre el caso, después de que un sacerdote católico local denunciara relatos de abusos en la propiedad que había recopilado a lo largo de los años.

"Un trabajador intentó escapar, pero los pistoleros lo atraparon. Como castigo, secuestraron a su esposa y la violaron", dice, citando el relato de tres testigos.

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"Otro trabajador trató de huir y recibió un disparo en la pierna. Otro quedó amarrado y sin ropa".

Los trabajadores fueron mantenidos en "esclavitud por deudas" al verse obligados a comprar alimentos y suministros en la tienda de la hacienda a precios exorbitantes, y algunos murieron de malaria sin atención médica, dijo García.

Por su parte, la empresa Volkswagen en Alemania aseguró que la compañía tomaba "muy en serio" este caso y los "eventuales incidentes" que se habrían producido. Sin embargo, el grupo no quiso dar más detalles por ahora "debido a un posible procedimiento judicial".

Los fiscales citaron a Volkswagen para una audiencia el 14 de junio, donde intentarán llegar a un acuerdo, dijo García. Si las negociaciones fracasan, la compañía podría enfrentar cargos.

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En 2020, Volkswagen acordó pagar 36 millones de reales (en ese momento 6,4 millones de dólares) por colaborar con la policía secreta de Brasil durante la dictadura (1964-1985) para identificar a presuntos opositores de izquierda y líderes sindicales, quienes luego fueron detenidos y torturados.