Colombia y Venezuela: no olvidar el fenómeno migratorio sin precedentes
La realidad de un régimen que generó desastres económicos, sociales y el mayor deterioro de la democracia en la región, no se puede nunca desconocer.
06:00 a. m.
Tuve la oportunidad de trabajar como gerente de Atención al Migrante desde la Alcaldía de Bogotá, en el año 2019. En ese año Colombia obtuvo un registro total de 1.771.237 de migrantes venezolanos, siendo en su mayoría extranjeros irregulares. Las ciudades con mayor población venezolana fueron Bogotá y en el departamento de Norte de Santander acogiendo a 327.635 y 183.215 respectivamente.
De cerca conocí el desarraigo, el dolor, la incertidumbre y en muchos casos la rabia de tener que dejar familias, amigos y hogar por decisión de salir en búsqueda de nuevas oportunidades que se cerraban en Venezuela. También presencié como apareció una tendencia xenofóbica en la ciudad, y el rechazo en diferentes sectores a la inclusión de migrantes venezolanos en el mercado laboral de la ciudad.
Fenómenos sociales, sociológicos y antropológicos se presentaron en Colombia, a raíz del flujo migratorio venezolano producto del régimen de Nicolás Maduro.
Según el informe del Banco Mundial publicado en 2018, Colombia enfrentaba un movimiento migratorio sin precedentes, motivado principalmente por la crisis económica, política y social. La inestabilidad económica, institucional y política que atraviesa Venezuela motivó el exilio y emigración hacia otros países de la región, siendo Colombia el país del mundo que más venezolanos alberga actualmente.
La crisis económica de Venezuela fue catalogada por el Banco Mundial como una de las más severas de la historia económica reciente, con una hiperinflación anual cercana a 500.000% a septiembre de 2018 y la merma significativa del salario real. Esta ha derivado en el incremento de los niveles de pobreza afectando, aproximadamente, un 90% de la población. Y sí , ese era el panorama de los factores migratorios de hace 3 años, el cual se modificó por la pandemia de 2020 y 2021 y hoy cambia radicalmente con el restablecimiento de relaciones entre los dos países, producto de la llegada del Gustavo Petro a la Presidencia.
Colombia y Venezuela no pueden negar sus nexos, sus intereses comunes y su historia. Es desde el punto de vista estratégico, positivo restablecer relaciones diplomáticas con este país, pero sin olvidar por ningún motivo las razones por las cuales un fenómeno migratorio de tal magnitud, se dio de Venezuela a Colombia en los últimos años.
Estamos viendo una fantástica mutua bienvenida de embajadores, cartas de recibimiento y acogida, pero la realidad de un régimen que generó desastres económicos, sociales y el mayor deterioro de la democracia en la región, no se puede nunca desconocer.
@CaroFierroVal
Politóloga