La oportunidad perdida del gobierno Duque

Para muchos es difícil hacer un análisis objetivo y equilibrado ya que la campaña que terminó hace unos días nos deja agotados de polarización y extremismo. Por eso es importante tanto para la historia del país como para los retos del nuevo presidente, identificar los hechos reales positivos que deja el Gobierno Duque y lo que le faltó hacer o hizo mal en estos cuatro años.

Hay un aspecto central en este análisis y es algo que notamos todos los colombianos, opositores o cercanos al gobierno: la estrategia de comunicación del Presidente Duque fue errada e inexistente. Errada porque se perdió la gran oportunidad de presentar un político joven, nuevo, que llega al cargo sin los hábitos tradicionales de anteriores presidentes ya conocidos por el país político. Inexistente porque no logró conectar con el país los importantes logros alcanzados durante dos de los años más difíciles y exigentes para todos los gobernantes del mundo como fueron los de la pandemia.

Los intentos por mostrar avances y resultados fueron tímidos y no lograron sintonizar con el país. Era una oportunidad de oro para escribir un nuevo capítulo de un presidente con las características del Presidente Duque, pero a la vez de hacer historia sobre como se comunicó durante y después de la pandemia.

No se definió claramente el papel de las relaciones con los medios de comunicación en la política, el impacto de la publicidad política del gobierno, pues esto va más allá de solo publicitar proyectos inaugurados y pareciera que falló la interpretación que se hizo en la Casa de Nariño de la opinión pública.

La política y la comunicación van de la mano en una democracia. Iván Duque tenía los intangibles necesarios para crear una excelente estrategia de comunicación, es decir su historia, personalidad, reto de la pandemia.

juventud, etc. También las grandes obras en infraestructura, manejo de la economía, exitosa vacunación y muchos otros aspectos positivos de sus cuatro años.

Lastimosamente no se aprovechó al máximo porque en la comunicación política, el manejo es bidireccional: No se trata sólo de decir o transmitir mensajes, sino también de dialogar y oir a la ciudadanía.