¡Las muletas y a enseñar! La gran hazaña de un profesor en Medellín
En clase, el profesor Molina comienza a hablar y nadie lo interrumpe. Sus enseñanzas son una mezcla de aprendizaje y sentido del humor.
Noticias RCN
08:19 p. m.
En el colegio San José Obrero del corregimiento de Prado, Medellín, hay la sensación de que cuando llega el profesor Juan Esteban Molina, a su vez, llega una especie de imán que atrae de inmediato a sus alumnos.
Un mal procedimiento médico al nacer llevó al educador a pasar su vida sostenido en un par de muletas. Consuelo Molina, su mamá, es el mayor apoyo físico y emocional para él.
“Me ha tocado bregarlo sola porque el papá se murió dejándomelo de 6 meses (…) Me mantenía vendiendo ropa interior en los centros comerciales para poder pagar los transportes y todo”, dijo.
En sus 48 años de vida, el profe, licenciado en geografía e historia, ha soportado el peso de 15 cirugías de rehabilitación.
“Afortunadamente mis procesos de pensamiento están intactos y por eso puedo desempeñar la labor docente”, asegura Juan Esteban Molina.
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Con la bendición de su mamá, muy temprano sale de su casa y media hora después llega al colegio, donde los alumnos se encargan de ayudar a su profesor para bajar del automóvil.
Dos de sus estudiantes se convierten en lo que él llama, sus ángeles guardianes. “Recibirlo con toda la alegría del mundo para que reciba las clases con nosotros. Siempre le ayudo en los descansos a pasar a los salones y es muy lindo”, cuenta Andrés Palacio.
“Le hacemos compañía en las jornadas o en los descansos. Cuando llueve, nosotros le colaboramos cargándolo”, señalo otro alumno, Juan Esteban Carvajal.
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Con los pies en el colegio, Juan Esteban comienza a hacer lo que más le gusta en su vida: dictar clase. Por más ayuda que tenga, el esfuerzo físico que debe hacer es inmenso.
“La gente no lo alcanza a percibir, pero para poder desplazarme en muletas, se necesita muy buen estado físico (…) las muletas siempre generan un desafío”, dice Juan Esteban.
Sin embargo, su movilidad reducida no es obstáculo para que vaya de clase en clase y salón en salón, articulando todas las materias. La lectura es la columna vertebral en el colegio San José Obrero.
“Los chicos han empezado a leer desde el interés, no desde lecturas impuestas. La lectura nos abre la imaginación y el pensamiento a mundos posibles”.
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En clase, el profesor Molina comienza a hablar y nadie lo interrumpe. Sus enseñanzas son una mezcla de aprendizaje y sentido del humor.
“Él siempre busca la manera de enseñar con diversión, con mucha energía y su buen humor (…) aunque unos chistes sí son malitos, pero nos reímos de ellos”, comenta Kelly Parra, estudiante de Juan Esteban Molina.
“Juan es un ser demasiado alegre, un ser que inspira mucha ternura. Es un ser demasiado empático”. Así lo describe una de sus compañeras en el mundo de la enseñanza, Diana Parra.
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El día pasa muy rápido entre libros, alumnos, problemas y alegrías. Sin embargo, Juan Esteban sabe que no puede correr lo que él quisiera, por eso aprendió una de las cosas más importantes en su vida.
“Afortunadamente aprendí el don de la lentitud y cuando camino lento sé que tengo más control de las muletas”.