Análisis: los grises y no tan grises de la reunión Petro – Blinken sobre las drogas
La reunión entre el presidente Petro y Antony Blinken dejó un mensaje importante en el tema de la lucha antidrogas.
Laura Alturo
06:00 a. m.
Este lunes 3 de octubre se llevó a cabo la primera reunión formal entre el presidente Gustavo Petro y el delegado del Gobierno de los Estados Unidos, el secretario de Estado Antony Blinken, quien arribó a Bogotá como parte de una gira por tres países latinoamericanos.
Tras un par de horas de encuentro, el mandatario colombiano y el secretario estadounidense entregaron las declaraciones de lo que fue este acercamiento diplomático, con el que se busca consolidar la cooperación binacional y ratificar el compromiso de Estados Unidos con los asuntos de interés mutuo en Colombia.
Sin duda, uno de los puntos que más llamó la atención fue el de la lucha contra el narcotráfico, la reiterada posición del presidente Petro, quien semanas atrás habló sobre lo que calificó como “fracasada guerra contra las drogas” ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York; y la respuesta conciliadora de Blinken, como portavoz de los Estados Unidos.
Esta vez, en lo que pareciera una reacción amable del gobierno norteamericano frente al fuerte llamado de Petro por frenar la destrucción de las selvas “como excusa” para la erradicación de las drogas, Blinken aseguró que su país dispuesto a “respaldar el enfoque holístico” del mandatario colombiano sobre este tema.
Un enfoque en el que convergen temas de justicia social y medioambiental, desarrollo del campo, confrontación de la crisis climática y reducción en la oferta y la demanda de drogas por parte de ambos países.
Vea también: Paz y lucha contra el narcotráfico: así concluyó la reunión entre el presidente Petro y Antony Blinken
Pero, ¿qué significa esta nueva voz de Estados Unidos frente a lo que ha sido, por décadas, una de sus luchas más duras en temas de política internacional?
Javier Garay, docente e investigador de la Universidad Externado, aseguró que no se debe tomar a la ligera la visión de Estados Unidos sobre la propuesta “multidimensional en el tema de las drogas”, pues esto hace parte fundamental de su política exterior y de las diferentes posiciones de los partidos.
Para el académico, aunque es una buena noticia y un aproximamiento positivo en este tema, hay que “ser cautos” con lo que se espera en el manejo de la lucha antidrogas, teniendo en cuenta que, actualmente, las cifras de muertes por sobredosis en dicho territorio están disparadas.
No obstante, la actitud del Gobierno Biden parece estar alineada con lo que propone el mandatario colombiano, algo que además estaría estrechamente ligado con el compromiso medioambiental de Estados Unidos y su apoyo en la implementación de la paz en Colombia, dos temas en los que converge el modelo de erradicación de cultivos ilícitos en el país, cuya práctica conlleva altos índices de deforestación y, en palabras de Petro, una "persecución del campesinado".
Cabe resaltar que frente a este punto, el presidente aseguró que tras el cese de la aspersión aérea con glifosato, la erradicación forzada continuará únicamente en los "cultivos industriales que no son propiedad del campesinado" y que se encuentran en zonas azotadas por el conflicto, pues "no hay con quien negociar una sustitución".
Además, aseguró que el riesgo de la erradicación forzada será un "costo que tenemos que asumir".
En esas zonas se mueven fuerzas violentas y armadas con diferentes grados de militarización, que tienen control territorial, armas y controlan la población.
Le puede interesar: “Es una injusticia”: la opinión del presidente Petro a EE. UU. sobre situación con Cuba
El impacto de la cocaína
En 2021, más de 100.000 personas murieron por sobredosis en Estados Unidos, lo que representó un aumento del 28,5% con respecto a las cifras del 2020. Sin embargo, se estableció que más de la mitad de dichos decesos fueron provocados por el consumo de opioides y sustancias como el fentanilo.
La cocaína, entretanto, ocasionó al menos 25.000 muertes, según datos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Además, un informe de Naciones Unidas señaló que durante el 2020, la producción de esta droga alcanzó un máximo histórico de 1.982 toneladas.
Este último parte de la ONU también resaltó el impacto medioambiental que genera la producción de la coca, asociada fuertemente a la deforestación y a la contaminación de las vertientes hídricas con químicos que resultan letalmente infecciosos para los ecosistemas.
“La fracasada guerra contra las drogas”
Ahora, con la llegada del Petro al poder y el fuerte cuestionamiento de la lucha antidrogas, apoyada y financiada por Estados Unidos, se abre de nuevo el debate de lo que debería aplicarse en este tema.
Ante la ONU el mandatario colombiano fue contundente al asegurar el "fracaso de la lucha antidrogas", algo que en su momento fue aplaudido por unos y criticado por otros, pero que hoy pareciera tener un visto bueno por parte del Gobierno de Estados Unidos que, en voz de su secretario de Estado, estaría en disposición de reformular el actuar frente a los campesinos cultivadores de coca y los modelos para la erradicación de cultivos.