Análisis: Gobierno dispara a todas partes en la “paz total”, para lograr el cese del fuego
El Gobierno adelanta múltiples conversaciones que pasan por el ELN en Cuba, hasta reuniones en cárceles a las que han asistido criminales como Uribe Noguera.
Noticias RCN
01:30 p. m.
En un hecho que podría calificarse como "histórico", y en una misma mesa, se reunieron las disidencias de las Farc, del EPL, exjefes paramilitares, oficinas sicariales y varios de los criminales más peligrosos del país, para conversar sobre las propuestas que permitirán alcanzar la paz total del gobierno de Gustavo Petro.
El Espectador reveló que el patio seis de la cárcel de mediana y máxima seguridad de la Tramacúa, ubicada en Valledupar, fue el escenario en el que se llevaron a cabo los diálogos en los últimos días de septiembre. A este lugar asistieron los internos más peligrosos del país para hablar sobre la paz con el comisionado Danilo Rueda y los delegados de la OEA.
Sorprende que en dicha reunión estuvieron criminales como Jairo Hugo Escobar, quien paga una pena de 55 años por el homicidio de cuatro mineros en Antioquia, el narcotraficante del Cartel del Norte del Valle, Marino Calle Perdomo, y el comandante del ELN implicado en el atentado de la escuela General Santander. También estuvo presente Rafael Uribe Noguera, condenado por la violación y homicidio de Yuliana Samboní, una menor que para ese entonces (2016) tenía 7 años.
¿Qué está dispuesto a hacer el Gobierno para alcanzar la paz total?
A la propuesta de paz total de Gustavo Petro se le celebra que busca acoger en conversaciones a todos que tengan la voluntad, pero así mismo se le critica que pretenda incluir en una misma intención a grupos con vocación política, como el ELN, y organizaciones con una actividad estrictamente ligada al narcotráfico y la criminalidad. Adicionalmente, también se cuestiona que no delimita quiénes pueden acceder y quiénes no, por tal motivo, abundan las dudas sobre si violadores, como Rafael Uribe Noguera, entrarán en el proyecto de paz.
Vea, además: “Dijeron ‘vivir sabroso’, pero ellos con la plata de los demás”: Vélez se fue contra el gobierno
De acuerdo con Carlos Arias, analista político y profesor de la Universidad Externado, las conversaciones entre Gobierno y criminales no solo ocurrieron en la cárcel de Valledupar; se han venido adelantando con capos que están en varios penales y siguen teniendo control de sus milicias o de la delincuencia en las calles. "Esto deja claro qué va a pasar en el resto del país. También deja ver que el escándalo del hermano de Gustavo Petro, durante la campaña presidencial, era absolutamente cierto, es decir, se ha venido hablando con personas en las cárceles para ponerlos de acuerdo y se va a seguir haciendo. Muchos de ellos están interesados en que la propuesta siga adelante, y desde la prisión también darán la orden de frenar la guerra".
Uno de los puntos que llama la atención del proyecto es que nunca se habla de "sometimiento", eso significa que quizás va a haber "inoperancia" y para Arias, hay que entender que se está negociando con criminales, "con delincuencia, común y personas que no tienen escrúpulos, cuando se habla con ellos y se les da el mismo estatus que otros grupos políticos", se entra en un escenario complejo, porque se equipara a los delincuentes con actores que tienen intenciones de lucha detras de su actuar delictivo.
Se están pasando por la faja elementos de la justicia que son esenciales. Es gravisimo conversar con personas como Uribe Noguera porque no hay criterio de negociacion, se está hablando de una unidad sin que hayan pasado por un proceso de justicia inicialmente.
En opinión de Arias, para dar una respuesta sobre el alcance de la iniciativa es necesario esperar al documento de la propuesta de paz total final, sin embargo, con lo que se conoce hasta ahora, para el analista, los acuerdo multilaterales que implican sentar a todos a conversar, independientemente de las filiaciones ideológicas o intereses de narcotráfico que tienen algunas de las bandas que hoy controlan los territorios, pero para esto se requiere un equipo interdisciplinario que entienda la lógica de cada uno de los grupos.
"De lo contrario sería un gran fiasco para el Gobierno y pondría en peligro la institucionalidad, porque en ejercicio multilateral de diálogo lo que plantea es que las fuerzas armadas se van a replegar y no van a mitigar en confrontación a los grupos".
El riesgo de la paz total
Lo que preocupa con el proyecto que dispara hacia todos los frentes, es que analistas afirman que puede ser una oportunidad para que los grupos criminales se fortalezcan. Desde la decisión de no bombardear territorios de bandas criminales en donde haya menores de edad, hasta el anuncio de rebajar las penas, podría significar una oportunidad para las estructuras.
Según Arias, no hay forma de evitar que algunos grupos delincuenciales que no quieran vincularse al cese multilateral y la negociación de paz se reagrupen y tengan tiempo para fortalecerse, como pasó con las FARC y Pastrana. "Puede llegar a suceder lo que sucedió en México con López Obrador, con su política de cambiar balazos por abrazos, que planteaba algo similar. Allí las bandas delincuenciales se tomaron varias zonas del país y para recuperarlas habría que trasgredir los derechos del conflicto". Para el experto, no hay manera de evitar que eso suceda, "creo que la única forma es manteniendo la institucionalidad, pero eso iría en contra de lo que se plantea con la fuerza pública".
Hasta ahora, está por verse lo que ocurrirá con el ambicioso propósito del Gobierno Nacional de lograr una paz total, pero lo más importante del proyecto es, según expertos, que se tenga claras las reglas del juego, y que no se abandone la presencia de la fuerza pública en los territorios, incluyendo capitales.