"Son más de 1.800": ¿qué está pasando con los niños que huyeron de la guerra en el Catatumbo?
Los niños, obligados a abandonar sus hogares, duermen en colchonetas y luchan por entender la guerra.
Noticias RCN
07:19 a. m.
El Catatumbo, una de las regiones más afectadas por la violencia en Colombia, vive una crisis humanitaria de grandes dimensiones.
Según cifras de la Defensoría del Pueblo, más de 32.000 personas han tenido que abandonar sus hogares para proteger sus vidas. De este total, un gran porcentaje son niños, quienes enfrentan una realidad que no entienden, marcada por el desarraigo y el miedo.
En Ocaña, Norte de Santander, se reportan 1.800 menores desplazados junto a sus familias. Son niños que dejaron atrás no solo sus casas, sino también sus sueños, sus juguetes, sus cuadernos y todo lo que les ofrecía seguridad.
Imágenes desgarradoras muestran a estos pequeños durmiendo en el piso o en improvisadas colchonetas en lugares de refugio, como el Estadio General Santander en Cúcuta, donde cientos de familias han llegado buscando ayuda.
Más de 1.800 niños han huido con miedo de la guerra en el Catatumbo
Los menores desplazados del Catatumbo son las víctimas más visibles y vulnerables de este conflicto. Su día a día está marcado por la incertidumbre. Antes corrían en sus fincas o jugaban con sus amigos en sus parcelas; hoy viven en un entorno extraño, lejos de todo lo que conocían.
Uno de los refugios más concurridos en Cúcuta es el Estadio General Santander, donde desde la madrugada llegan familias que lograron escapar de la violencia. Rosalba, una madre desplazada, relató con tristeza cómo debió abandonar todo para salvar a sus hijos:
Yo vengo de la zona del Catatumbo. Me tocó dejar todo botado y gracias a Dios pude salir con vida. Ahora estoy aquí, quedándome con una señora que es familia mía mientras veo cómo me pueden ayudar. Me duele dejar mis tierras, pero nos dijeron que teníamos que salir lo más pronto posible. Salimos con lo que teníamos puesto y un bolsito. Mis dos hijas están conmigo, pero dejamos todo atrás.
Como Rosalba, miles de familias han llegado con sus hijos en brazos, cargando pocas pertenencias y muchos temores.
Se están acabando los recursos y el apoyo para los desplazados del Catatumbo
En los centros de atención improvisados, las necesidades son múltiples y los recursos, limitados. Familias enteras han llegado huyendo de municipios como Tibú, uno de los epicentros del conflicto.
Allí, el cruce de balas y el temor constante hicieron imposible permanecer en sus hogares.
Antes esto, Ludy Páez, personera de Cúcuta, hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional:
Y yo no he visto ni el Ministerio de Educación ni el Ministerio de Protección Social diciendo oigan venga e intervenimos.
¿Qué está pasando con los niños que salieron huyeron de la guerra en el Catatumbo?
Los menores desplazados no solo enfrentan la pérdida de su hogar, sino también de su educación y su infancia. Muchos dejaron atrás sus escuelas y sus amigos, y ahora pasan los días en refugios donde no hay garantías de continuidad educativa.
A pesar de los esfuerzos de algunas instituciones para brindar atención básica, la magnitud del problema dificulta la respuesta.
En el Estadio General Santander, donde cientos de desplazados se concentran, se han habilitado espacios para atender las necesidades más urgentes de los niños, incluyendo atención médica y actividades recreativas.
Miguel Castellanos, secretario de Gobierno de Cúcuta señaló:
Ahí tenemos todas las instituciones, todas. Tenemos ICBF, tenemos la Policía Nacional con Infancia y Adolescencia, tenemos la Fiscalía General de la Nación. Además de eso, se han vinculado con recreacionistas. Obviamente tenemos la atención básica con nuestros médicos, con MinSalud, con la Secretaría de Salud.
Finalmente, la situación en el Catatumbo exige una respuesta inmediata, pues el desplazamiento masivo de familias, especialmente de niños, no puede ser ignorado.