¿Cómo evitar que los niños caigan en la pornografía infantil? Experto responde

Los menores de edad siguen siendo víctimas de todo tipo de abusos. Según cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Niñez y la Infancia (Unicef), durante el 2020 se registró un total de 19.346 delitos contra niñas, niños y adolescentes en Colombia, de los cuales 733 denuncias fueron por pornografía con menores de 18 años.

En lo que va corrido del 2021 ya se han presentado más de 431 crímenes contra menores de edad, además, los ciberdelitos se incrementaron durante la pandemia más de 101 %.

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En entrevista con Noticias RCN, el experto en ciberseguridad, Freddy Bautista, coronel (r) de la Policía Nacional, habló sobre las prácticas más usadas por los pedófilos para contactar niños y cómo evitar que esto ocurra.

¿Cómo evitar que los niños caigan en la pornografía infantil?

Generalmente los procesos de prevención se basan en la confianza que deben hacer los adultos, padres, tutores y los mismos maestros que acompañan los procesos de enseñanza de los menores de edad en Colombia.

Estos procesos se basan en prácticas como identificar las aplicaciones que tienen los menores en sus dispositivos telefónicos. Lo que se ha encontrado es que, a muy temprana edad, los niños y niñas están utilizando, por ejemplo, aplicaciones en las que se exige un mínimo de edad para habilitarse en esta red social (14 o 16 años).

Simplemente ellos habilitan desde los 7 u 8 años aplicaciones como Tiktok u otras que pueden ser utilizadas por los criminales como ya se han identificado casos en Colombia o en el mundo para contactar a los menores de edad.

¿Cuáles son las prácticas más usadas por los delincuentes?

Hay una práctica muy utilizada por los niños que suben videos y es hacer el ‘tour house’ o recorrido por su casa, mostrando diferentes elementos y contándole aparentemente a sus seguidores.

Esos videos particularmente están sirviendo para que los criminales identifiquen que el menor tiene algunos espacios de aislamiento o soledad, bien por ausencia laboral de sus padres, o porque se encierran dentro de sus habitaciones a compartir esta información.

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Eso abre las ventanas de contacto para que los pedófilos contacten a estos menores y consigan un ámbito de confianza, generándoles a partir de perfiles falsos, con los que simulan una edad similar a la del niño, o gustos iguales a los del niño o niña, contactarles y llevarlos a ese escenario de confianza a la obtención de videos explícitos, fotografías e imágenes que le van a servir al criminal para distribuirlos a través de las redes ilegales de material de explotación sexual infantil, pero también, por supuesto, generar episodios de ciberdependencia del menor y dependencia criminal.

Lo que genera es que el criminal va a estar exigiendo más material, videos y fotografías, y llevando a que el menor traiga a otros compañeros de entornos escolares o del hogar, para que en esta práctica empiecen justamente a caer en estas redes de pornografía con menores de edad.

En ocasiones, inclusive, con el pago a través de la distribución de cuentas que les permite a los niños disfrutar de algunos servicios a los que se requiere acceder a través de una tarjeta de pago, y el criminal, producto del robo de datos de víctimas de suplantación de tarjetas, utiliza estos números para acceder a aplicaciones pagas y darle los códigos de activación a los menores a cambio de este material.

¿Qué medidas tener frente al aislamiento de los menores en sus casas?

Algo también que se identificaba en los recientes de explotación de menores en internet es cómo la explotación sexual de niños y el compartir el material, se estaba haciendo casi que por la autogeneración de videos de los menores. Esto es producto de estos episodios de aislamiento en las habitaciones donde pasan mucho tiempo conectados a internet sin la supervisión de sus padres, e insisto, utilizando aplicaciones que pueden generar algún riesgo.

Por eso una práctica que siempre se recomienda es tener la identificación plena de qué aplicativos tienen instalados en sus teléfonos y eso es algo que un padre puede hacer en un ejercicio de diálogo y confianza.

Los colegios y la comunidad educativa también son muy importantes en este espacio porque se requiere generar que los menores tengan una actividad de intercambio de información entre los padres de familia, a través de la creación de grupos de WhatsApp, de la generación de buenas prácticas para la utilización de herramientas para las clases.

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¿Hay infiltración en las clases virtuales?

Otra práctica que se ha encontrado y ahora con ocasión de la pandemia es que los criminales consiguen filtrarse dentro de los grupos o enlaces de las clases por una mala práctica de compartirlos a través de grupos. Al final terminan o saboteando la clase e inclusive generando episodios de contacto con los menores que luego son llevados a salas o espacios privados a merced de los cibercriminales.

Eso en la práctica viene siendo la tendencia en Colombia y en la región, del comportamiento de los pedófilos a través de las redes sociales.

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