¿Cómo va la paz total tras un año del inicio del gobierno Petro?
Los diálogos con el ELN y el cese al fuego logrado parece hasta el momento el resultado más visible de la ambiciosa propuesta de paz del Gobierno Nacional.
Katheryne Ávila
07:29 a. m.
En medio de la turbulencia que atraviesa el Gobierno Nacional por cuenta del escándalo desatado entre Nicolás Petro, hijo del presidente, y su expareja Day Vásquez, se cumple un año de administración y son muchos los balances que se hacen sobre las principales propuestas.
Una de las banderas del gobierno Petro es la paz total, quizás, su mayor ambición. Este concepto es ambiguo, pero a grandes rasgos busca iniciar conversaciones con grupos al margen de la ley, y a largo plazo lograr su desarticulación. El presidente, lo explicó en su momento, así:
La política de paz será una política de Estado y, en tal sentido, comprometerá a las autoridades de todas las ramas y niveles del poder público, quienes deberán orientar sus actuaciones a darle cumplimiento. Asimismo, los diferentes gobiernos deberán garantizar la continuidad de las políticas públicas".
Allí se mezclan estructuras con luchas políticas, con organizaciones criminales que se dedican al narcotráfico, y es este uno de los puntos más criticados del proyecto. Sin embargo, la iniciativa se puso en marcha y ha tenido uno que otro avance, el más significativo podría ser con el ELN, estructura con la que ayer 3 de agosto se empezó un pacto de cese al fuego durante seis meses.
Con otros grupos como las disidencias, el panorama es más complicado, pues aunque se ha intentado un cese al fuego, esta estructura lo ha roto en varias oportunidades en las que se ha perdido la vida de civiles, como ocurrió con los cuatro menores de edad reclutados y asesinados por intentar escaparse; y también miembros de las Fuerzas Militares en atentados y ataques. Aun con eso se anunció la instalación de una mesa de diálogos en la que se buscaría de nuevo llegar a acuerdos.
Tensiones similares se viven con el Clan del Golfo, pues en medio del conflicto que se libra y los ataques a población civil, el Alto Comisionado para la Paz ha mantenido conversaciones con dos facilitadores de este grupo armado, “con el objetivo de mantener un mínimo de relacionamiento y comunicación con esta estructura”.
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En NoticiasRCN.com le preguntamos a la analista Juana Afanador, panelista de La Mesa Ancha, sobre este tema. Conocimos su opinión acerca de los avances, retos y riesgos de la anhelada paz total.
Los avances con el ELN podrían ser hasta el momento el logro más visible de la paz total, pero ¿qué pasa con las otras estructuras?
Uno de los puntos más importantes es el cese al fuego con el ELN y la mesa con la sociedad civil. Es la gran apuesta del Gobierno y este es un momento histórico y para el país. Con las otras estructuras es muy difícil porque es al tiempo. Estos son los diálogos que más tiempo llevan y es normal que sea la que más avanza. Es una muy buena noticia.
La paz total abandera la campaña de Gustavo Petro. ¿Qué avances ve tras un año de Gobierno?
Este momento es fundamental porque se pasaron quiebres y problemas de la primera fase. Salvar vidas de combatientes, sociedad civil y Fuerzas Militares es la prioridad.
¿Qué cosas por mejorar hay en esta ambiciosa propuesta?
Mucho. Es muy ambiciosa y sentarse a negociar con diversos grupos es complicado. El Clan del Golfo, las disidencias y el ELN son grupos con formas de operar distintas, entonces cada una necesita un proceso. Son tres al mismo tiempo y por eso es complicado. Se debe mejorar que los negociadores se dediquen solo a esto porque si hay personas que son senadores y hacen política al tiempo, no hay concentración en la labor de paz. No puede ser un hobby o trabajado de medio tiempo. Para que funcione debe ser de tiempo completo.
¿Cuáles son los riesgos que corre el Gobierno al apostarle a negociar con tantas estructuras al tiempo?
El riesgo está en que ninguna negociación avance o lo haga lentamente. También hay riesgo de que con alguna estructura funcione y con otras no, más en un momento electoral. El mayor enemigo de este proceso es el tiempo y en tres años es complicado que se haga todo lo que se quiere.