"Es mejor intentarlo a quedarse con la duda": la joven invidente que cumplió su sueño de estudiar
Maryoris, una joven de 24 años con discapacidad visual, ha logrado superar numerosos obstáculos para alcanzar su más reciente meta: ingresar a la universidad.
Maryoris Margarita Machado Meriño, una joven de 24 años con discapacidad visual, ha logrado superar numerosos obstáculos para alcanzar su más reciente meta: ingresar a la universidad.
Su historia es un testimonio de perseverancia y determinación, frente a las adversidades.
Nacida prematuramente, Maryoris tuvo que luchar por su vida desde el primer momento. Su madre relata: "Cuando a los niños se les tiende a subir la bilirrubina, le colocan una lámpara que se llama piel hídrica. [...] Yo había oído comentarios de otras madres que esa lámpara a veces tiende a dañarle los ojos a los niños que nacen prematuros". Este tratamiento resultó en la discapacidad visual de Maryoris.
Durante su infancia enfrentó otro desafío significativo para acceder a la educación. Viviendo en Cerro de San Antonio, Magdalena, debía cruzar el río Magdalena cuatro veces al día para asistir a la escuela en San Juan, Atlántico.
"Gracias a Dios, ella logró vencer uno de esos obstáculos porque nosotros atravesamos todos los días, cuatro veces al día, el río Magdalena".
Ahora, Maryoris ha sido aceptada en la Universidad del Magdalena para estudiar Derecho: "La Universidad del Magdalena sí se arriesgó a recibir porque esto es un riesgo, [...] esto es un proceso".
Su objetivo es claro: "Yo quiero ser la voz para las personas que quizás por algún motivo no puedan defenderse, no puedan ser escuchadas y también para apoyar y luchar por los derechos de mi población en condición de discapacidad en general".
Para enfrentar los desafíos académicos, Maryoris ha aprendido el sistema braille y utiliza un programa especial como herramienta para realizar sus trabajos universitarios. Su filosofía de vida se resume en sus palabras: "Es mejor intentarlo a quedarse con la duda que pude haber hecho, pero no lo hice".
La historia de Marjorie es un ejemplo inspirador de superación y tenacidad. Su madre, quien ha sido su apoyo incondicional durante toda su vida, afirma: "Que cuente conmigo siempre, hasta que Dios lo permita".
Con esta red de apoyo y su determinación inquebrantable, Marjorie está lista para demostrar que no existen barreras infranqueables cuando se trata de perseguir los sueños.