"Es muy triste pasar por esto": residente de Space

Algunos no pudieron contener las lágrimas cuando  tras el sonido de las alarmas cayeron las torres. "Es muy triste que nos hagan pasar por esto", declaró Carlos Ruiz, uno de los propietarios, quien recordó a las 12 personas que fallecieron cuando el 12 de octubre del 2013 se desplomó la torre seis.

Por su parte, Alejandro Rivas, otro de los propietarios, dijo que su razón para presenciar el hecho “era ver caer la arrogancia y la prepotencia de la constructora", que tras lo ocurrido pretendía que las torres continuaran en pie y demandó a los propietarios.

Aunque la implosión de los edificios significa poner un punto importante en el caso del Space, no es un punto final, ya que en la Fiscalía hay investigaciones penales contra los representantes de la constructora Lérida CDO, firma dueña del conjunto.

El 6 de septiembre, el ente investigador anunció que abrió procesos contra Pablo Villegas, representante de la constructora; María Cecilia Posada, directora de obra de Lérida CDO, y otros tres ingenieros vinculados a la obra. Todos serán llamados a juicio por homicidio culposo y

por haber avalado un proyecto que tenía fallas estructurales, lo que, supuestamente, condujo a la tragedia.

El proceso en la Fiscalía es apenas uno de los puntos que se viene tratando desde que ocurrió el derrumbe y los expertos en temas jurídicos no están muy convencidos de que un juicio realmente lleve a los directivos del Space a la cárcel.

Según ha trascendido, la constructora indemnizó a once de las doce familias de las personas que perdieron la vida durante el derrumbe de la torre 6, lo que, según fiscales, implica que no habría cárcel para los dueños e ingenieros.

Además, se ha criticado que solo hasta casi un año después de la tragedia se llamó a juicio a los supuestos responsables del hecho, lo que sería responsabilidad de la Fiscalía.

Otro proceso que se ha tardado todos estos meses es el de indemnización de los antiguos residentes, quienes tuvieron que abandonar sus hogares después de que un estudio de la Universidad de los Andes determinara que las otras cinco torres que componen el conjunto tienen

problemas estructurales y que se aconsejara su derribamiento, pese a que la constructora alegaba que aun podían salvarse.

El 27 de febrero del 2014, la torre 5 fue derrumbada con una implosión a cargo de la compañía Atila, la misma que estuvo a cargo del operativo de este martes. 

En total, el Space contaba con 161 apartamentos, ocupados por 128 familias de las cuales 35 no han logrado un acuerdo con la constructora. Para lograr esto, la Supersociedades ha aprobado que Lérida CDO sea liquidada legalmente, ya que el número de demandas en su contra

superaría la capacidad de pago de la compañía. 

Para empeorar la situación de la empresa, otros proyectos que fueron construidos por la firma fueron revisados para buscar anomalías y 35 familias fueron evacuadas de sus hogares como forma de prevención. Todas reciben subsidios de CDO.

Pero uno de los momentos más dolorosos para los damnificados llegó a inicios del mes de septiembre, cuando recibieron la notificación de que habían sido demandados por la misma compañía que les  debe dinero.

Lérida CDO demandó a antiguos arrendatarios y propietarios por la supuesta mala imagen que estaban causando a su nombre al salir a medios de comunicación y dar testimonios sobre su situación. 

Al insólito hecho se suma que antiguos ocupantes del Space han recibido anónimos en los que se reseñan sus salidas en medios para denunciar que no han recibido subsidios o apoyo de la constructora, y las denuncias de amenazas hechas por Roberto Rochel Award, el hombre

que ha investigado las posibles fallas estructurales en los edificios construidos por CDO.

Por eso, es claro que aunque este martes los cimientos del Space quedaros reducidos a escombros, el último capítulo de este drama todavía no se escribe y el punto final está lejos de ser puesto.