Julio Correal: “Hay que preguntarle a Idartes qué hará con Rock al Parque”

El festival Rock al Parque cumple 26 años de trayectoria. Durante todo este tiempo, se convirtió en el festival gratuito más grande de rock en español de Latinoamérica. Por él han pasado desde Manu Chao hasta Juanes, pasando por Superlitio, Estados Alterados y Tenebrarum.

Julio Correal es uno de sus creadores —también ideó Estéreo Picnic, Hot en Paraíso y Concierto de La Esperanza—. Empezó estudiando Ingeniería Civil. Tiempo después, en 1989, dejó sus actividades acadmémicas para dedicarse al mundo del espectáculo como mánager de diferentes bandas de rock, con las que pudo ir a diferentes partes del mundo.

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Después de tantos años, ¿qué pasa por la cabeza de uno de los creadores del festival más importante que tiene Bogotá?

A estas alturas de mi vida, que ya estoy en los 60, es muy frecuente que uno se ponga a mirar y decir: ‘¿Qué has hecho en tu vida?’. Y me da mucho orgullo, realmente, tener en mi cabeza un festival como Rock al Parque. Yo creo que es la creación máxima mía, porque sí fue un festival que trascendió a través del tiempo, que se volvió un referente del rock latino y para el mundo, y que hoy en día sigue vivito y coleando. Ya va a cumplir 26 años y es una gran satisfacción que todavía persista, además del Estéreo Picnic, por supuesto, que me parece también fascinante ver cómo creció y hasta dónde llegó. Efectivamente, yo quería que fuera ¡EL FESTIVAL! Y hoy lo veo como una realidad. Ha sido muy satisfactorio saber que Páramo (empresa organizadora) ha realizado un trabajo sorprendente y que ha hecho crecer el festival de esa manera. Hoy en día me siento muy contento y con ganas de más.

¿Qué podemos esperar este año en el festival?

No lo sé, fíjate. La persona que estaba encargada de programar los festivales en Idartes creo que pasó la carta de que ya no podía más, entonces no sé cuál sea el concepto que tengan para Rock al Parque y menos hacia dónde lo quieran llevar. Yo creo que este año será de nuevo hacia el rock experimental, vamos a ver, hay que mirar, hay que estar atentos y preguntarle a Idartes: “¿Qué vas a hacer con Rock al Parque?”.

¿Qué significa Bogotá para el Festival?

Este festival significa muchísimo para Bogotá, porque realmente ha puesto a Bogotá en la escena juvenil mundial. Alguna vez, en este Rock al Parque del 2004, que trajimos a CNN, ellos lo cubrieron y lo catalogaron como “el festival más importante del mundo de rock en español gratuito”. Además, la juventud bogotana, que vive al trote y tan agobiada de todo, necesita esa ventana de expresión en la que los jóvenes puedan ser lo que son, en la que puedan ir vestidos como quieran, donde puedan estar con la gente que quieran, con el género que sea… necesitan esa expresión de libertad. Y el Parque Simón Bolívar es el lugar adecuado para que el Distrito les brinde esa oportunidad. Nunca hubo muertos ni heridos ni nada de eso. Comparando Rock al Parque con el fútbol colombiano, ¿cuántos muertos no ha dejado? Por eso creo que Rock al Parque es algo muy interesante. Socialmente ha pasado el fenómeno de compartir las tribus urbanas en un mismo espacio, que se encuentran en Rock al Parque y conviven. Al principio era un poquito complicada, pero hoy en día todos conviven. Eso no puede desaparecer.

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¿Cuál ha sido el artista que ha querido traer y que ha recibido un “no” como respuesta?

Pasó el festival y no pudimos traer a Soda Stereo, que me hubiera encantado. También quería traer a Bunbury y a Caifanes, que tampoco se pudo hacer. Yo creo que esas tres bandas, aunque también a Los Fabulosos Cadillacs, que tampoco hemos podido lograrlo por presupuesto.

¿Pensó que el festival alcanzaría esa importancia que tiene?

No, ni de vainas. Nunca pensé ni siquiera que pudiera haber una segunda versión. Cuando yo llegué con el nombre “Bogotá, Rock al Parque” fue como “¡Wow, Qué buen nombre! Hay que hacerlo”. Entonces hablamos con Mario Duarte y Berta Quintero y empezamos a estructurarlo y a ver que fuera gratuito, que fueran todas las bandas bogotanas, que hubiera una libre inscripción. Nunca pensamos que fuera a durar mucho. Ya después empezaron los egos políticos a meterse en medio y a tratar de dirigir la vuelta, y yo me aparté un poco, pero imagínate un festival que fuera a durar 25 años. El festival tiene muchas variables que pueden afectar su funcionamiento, como los cambios de gobierno: que de izquierda, que de derecha, que de centro… Solo una vez se canceló: creo que fue en el 2008 porque una granizada de metro y medio no dejó hacer el festival. Afortunadamente sigue fuerte y para adelante.

¿Cabe la posibilidad de que el programa Échele Cabeza esté en festival?

Échele Cabeza fue una iniciativa gubernamental que iba enfocada a la educación de la gente y a la prevención del consumo. Sobre todo de drogas adulteradas, que no son buenas para el organismo. Yo creo que desde el primer Estéreo Picnic tuvimos a Échele Cabeza, porque me pareció una iniciativa fantástica para poder controlar sustancias alteradas. Ha tenido resultados muy chéveres, por ejemplo, en el Estéreo Picnic pasado, 400 personas alcanzaron a devolver la droga que habían adquirido, porque los análisis que se le hicieron arrojaron resultados muy malos. Fueron personas salvándose de consumir dosis de droga alterada. La solución es la educación y Échele Cabeza es parte de eso: “Si se va a dar en la cabeza, échele cabeza”.

Si pudiera volver en el tiempo ¿qué edición repetiría?

Yo creo que la del 2004, porque en esa edición metimos a todo el festival dentro del Parque Simón Bolívar. Antes de esa edición se hacía en la Media Torta, en el parque Olaya Herrera, se hacía en diferentes escenarios de la capital, pero en el 2004 decidimos agrupar todo el festival en el Simón Bolívar, como es actualmente. Las bandas reaccionaron de una manera muy cariñosa a la invitación que se les hizo.

¿Qué le queda por organizar o alcanzar?

Tengo dos festivales en la cabeza, tengo muchas ganas de hacer. Seguramente, uno de ellos lo voy a hacer el año entrante. Y el otro es un poco más complicado de hacer, porque depende un poco del apoyo estatal. Durante esta administración hubo mucho desorden, nadie fue capaz de decidir, nadie tomó decisiones, nadie ejecutó. Estamos emproblemados un poquito por ese lado, pero el otro, que es una iniciativa privada, creo que sí se va a poder el año entrante.

Por: Daniela Sánchez León - CrossmediaLab de la Tadeo.

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