Los videos inéditos de Jonathan Torres en el caso del asesinato a la psicóloga Adriana Pinzón

Adriana Pinzón era una viajera connotada. Empezó por España, Bélgica, Francia, Holanda, Chile y se preparaba para ir a Turquía. Su maestra de danza, Hannan Amutawa, la preparaba para su nueva travesía en el país donde la danza árabe reina y Adriana quería ser la mejor colombiana en exponerlo. “Ella está representando una mujer árabe, y es muy linda porque ella no es una mujer que se maquillara en el diario vivir, entonces estaba muy, muy hermosa expuesta en esa foto”, dijo a Noticias RCN mientras exponía una fotografía de Pinzón bailando mientras estaba con vida.

Sus familiares sabían que lo que Adriana se proponía lo cumplía, porque era metódica y se organizaba para alcanzar el éxito, palabra que no era esquiva para ella. “Siempre fue muy juiciosa, muy dedicada y siempre la veíamos así, como que le iba bastante bien en todo. Ella se proponía las metas, las cumplía” dijo Leonardo Castellanos, primo de Adriana. Su otra prima, Angélica, no tenía duda de que Adriana era única. “Adri era la mejor, en todo, era la mejor hermana, la mejor prima, la mejor hija, nieta, sobrina”.

Siempre sonriente, disciplinada con sus finanzas, se esforzó por ahorrar dinero y por cuidar de su familia, especialmente de su hermana menor y amarla a ella implicaba tener de cerca y al acecho a su cuñado Jonathan Torres, quien con el tiempo era uno más de la familia, compartía karaoke, cenas, paseos y tenía el respaldo de la familia. Aunque con dudas, siempre estaba ahí.

Vea el primer capítulo de 'Un intruso en la familia': los detalles del asesinato a la psicóloga Adriana Pinzón

El 7 de junio de 2022 Adriana desaparece

En esa fecha sus familiares que tenían permanente contacto con ella perdieron el rastro de su ubicación. “Ella deja de responder el celular, una de mis primas que por lo general sí tenía contacto con ella a diario empezó a decir: Adri no me contesta; unas compañeras del trabajo le escribieron y no les contestaba, entonces se tornó muy extraño” agregó su prima Angélica.

Cuando ella no contestó su teléfono estaba acompañada. A las 3 de la tarde Jonathan llegó a su conjunto y quedó registrado en los videos revelados en exclusiva por Noticias RCN. La vigilante le dijo a la Fiscalía quien autorizó el ingreso.

“Al preguntarle por su nombre manifiesta que es Jonathan y la señora Adriana Pinzón autoriza el ingreso” dice la minuta.

Jonathan Torres vestía con un saco color vinotinto, un jean azul, una gorra y tenía un celular en la mano. Por primera vez se conoce la imagen de su ingreso al conjunto residencial cuando se dirigió directamente al apartamento de Adriana como lo detalla el seguimiento minuto a minuto de las cámaras de seguridad.

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El minuto a minuto de Jonathan el día del crimen

El hombre pasó 3 horas y dos minutos encerrado con ella hasta que a las 6:02 de la tarde apareció de nuevo en el registro de las cámaras. Salió del apartamento 302 llevando dos elementos con los que no había ingresado, una tabla de madera y un morral negro el cual se ve que está ocupado en su capacidad. 

Caminó por el pasillo hasta llegar al carro de Adriana, abrió la puerta del baúl y guardó los dos elementos. Luego se sube al automotor, da varias vueltas, frena sin saber dónde es la salida. hasta que llega a la portería donde es requerido por el vigilante, baja la ventana y de inmediato le es autorizada la salida con el vehículo, lo que confirmaría que no era ningún desconocido para la seguridad del conjunto residencial. Según información obtenida se dirigió hacia su veterinaria.

De acuerdo con la investigación, en la veterinaria consume alcohol y realiza con bolsas plásticas negras los amarres para evitar que algún fluido se desprenda. Luego se devuelve al apartamento de Adriana. Mientras tanto la angustia de amigos y familiares iba creciendo. “Ella no me contestó, pero yo vi que el mensaje pasó (…) a mí me causó mucha curiosidad que el mensaje había pasado, pero decía que último día de conexión martes y decía la hora, yo también tengo el número de la empresa y ahí decía un poquito más tarde última conexión 5 y media, o sea en uno decía como 3 y en el otro 5 y 30 y a mí me causó mucha curiosidad eso” dice Mayeli Murillo, mejor amiga de Adriana.

Una hora y 10 minutos después, Jonathan ingresa nuevamente al conjunto, la vigilancia lo deja pasar, parquea el carro en el mismo lugar donde lo hacía Adriana. Para entonces el hombre se cambió la ropa; ahora llega con una camiseta negra y un logo blanco. También llega sin la tabla y el morral con el que salió, se demora 4 minutos aproximadamente y sale con un paquete grande de bolsas negras el cual con gran esfuerzo logró levantar hasta la salida del bloque 11.  Lo transportaba hacia el baúl y luego nuevamente se lleva el vehículo.

Dos horas después se vuelve a tener noticias de él. En el expediente obtenido por Noticias RCN hay un testimonio fundamental.

“Me dijo que si lo acompañaba a entregar el carro en el concesionario de carros que queda en tres esquinas, Chía, le dije que no iba y sin embargo se fue con mi hermana”, dice el testigo que relata la conversación previa con el asesino.

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Jonathan cambió el carro de Adriana por uno de color rojo. Hay una foto del registro de la entrega de ese vehículo. En dicha imagen él solicita no aparecer al frente el vehículo, pero una mujer sí queda en el retrato. La mujer de la foto no era la menor de las Pinzón, su pareja oficial, sino otra mujer con la que tenía una doble vida y a la que presentaba como su esposa.

Mientras algunos intentaban ubicar a Adriana, una persona de la familia estaba enterada de que Jonathan se había reunido esa tarde con ella. Se trata de pilar, que sin saberlo fue la última persona que la escuchó con vida.

Noticias RCN y Noticiasrcn.com continuarán publicando revelaciones del especial “Un intruso en la familia” con detalles inéditos del caso en los próximos días.