Mujeres que inspiran: taruya, una forma de ingresos para familias de bajos recursos
Emilce Pérez, y su grupo, usan la taruya para fabricar hermosas prendas como bolsos y mochilas además de floreros y fruteros.
Noticias RCN
03:14 p. m.
Un grupo de mujeres que desde muy temprano se internan en la Ciénaga Totumito, en Antequeras, Cesar, tienen como misión recolectar el material vegetal conocido como taruya que por estos tiempos abunda en este cuerpo de agua y es utilizado para doble propósito, por una parte, facilitar el oxígeno del afluente y por otro, fabricar las mejores artesanías con las hojas y el tallo de esta planta acuática.
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Emilce Pérez, fundadora del grupo de artesanas de Antequera, explicó que “hace nueve años estamos trabajando en esto pero no hemos tenido un comercio grande porque siempre hemos tenido el obstáculo de que no tenemos los recursos, pero hemos venido avanzado y hemos llegado ya a elaborar papel de esa materia prima y la variedad de papel consiste en el color, la textura; hemos venido buscándole esa forma de darle variedad”.
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Este destacamento de mujeres emprendedoras, la mayoría cabeza de hogar, son dirigidas por Emilce que, a sus 69 años, mantiene activa su vocación de artesana mayor y su conocimiento lo expande para fabricar las mejores prendas sustraídas de esta planta cuyas raíces también son utilizadas para materia prima de abono orgánico.
“Son mochilas, bolsos, individuales, floreros, fruteros, agendas, son diferentes tipos de productos tanto como para caballeros, como para las casas para arreglos florales y todas esas cosas y el recurso humano aquí son madres cabezas de hogar, son discapacitados, personas de la tercera edad y de la niñez”, indicó Nerelvis Robles, también parte de este grupo de artesanas.
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El trabajo constante en la fabricación de papel vegetal, mochilas, esteras, decoración de salas y cientos de artículos más, se maneja a través de la Fundación Manatí, que en sus nueve años de creación lograron que más de 30 familias vulnerables obtengan ingresos adicionales.
“Haciendo también que los niños de la comunidad se incorporen con nosotros porque ya que están con clases virtuales y eso, tienen mucho tiempo libre para trabajar en nuestras actividades de artesanías con todos los protocolos de bioseguridad, distanciamiento social”, agregó Robles.
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Su trabajo es reconocido hoy en toda Colombia y en varios países de Europa y Norteamérica, pero desafortunadamente aun no cuentan con el apoyo necesario para la compra de equipos que permitan que más familias logren aprender la artesanía con una materia prima que abunda por toneladas en las ciénagas que bordean a la población de antequeras.