¿Por qué el director del Dane habla así? Sorprendió a todos con su verdadera razón
Juan Manuel Oviedo, actual director del Dane, se refirió a las críticas que recibe por su particular forma de hablar y reveló la razón.

Noticias RCN
10:46 a. m.
Desde que ingresó a dirigir el Departamento Administración Nacional de Estadística, Juan Manuel Oviedo ha sufrido miles de burlas por su particular manera de hablar, calificada como “gomela” y tras su finalización en el cargo que ocupó desde 2018, el economista ha decidido hablar de sus secretos más personales, incluyendo su acento.
Oviedo se destacó de gran manera en su labor en el Dane y se convirtió en uno de los funcionarios más reconocidos por la ciudadanía, en el gobierno de Iván Duque, tanto así que con la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño, una de las salidas que no se querían que se hiciera era la de este economista; caso que ya está cerrado, pues él mismo confirmó su marcha del Dane.
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Su particular forma de expresarse, especialmente su acento, siempre causó gran curiosidad entre los colombianos que entrevista tras entrevista lo escuchaban hablar, por tal razón, el director del Dane optó por revelar la verdadera razón del por qué habla como muchos creían: de manera “gomela”.
Razón del director del Dane
En entrevista con El Tiempo, Juan Daniel Oviedo habló acerca de diferentes hechos que marcaron su vida, como por ejemplo un lamentable accidente en el que sufrió graves heridas en su rostro. Relató que cuando era pequeño, tenía la voz muy aguda, que incluso por teléfono lo confundían con una niña y sumado a esto, el fuerte accidente de niño le propinó un corte en toda la cara y lo dejó con cicatrices de por vida.
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“Me quedó como una zeta. Por eso tengo la boca un poco torcida. Los médicos tuvieron que jalar el músculo. Yo era muy pequeño. En los momentos de opulencia, a mí solo me daban leche de polvo holandesa. Eran unos tarros gigantes, azules, lindos, que mi papá traía de no sé dónde. Un día, a la persona que ayudaba en la casa se le ocurrió que esos tarros podían ser cestos de basura y puso uno en el cuarto de juegos. Me caí encima. Se me abrió completamente la cara con la lata”, inició narrando.
Este accidente causó grandes problemas en el rostro de Juan Daniel, lo cual tuvo que ser tratado con médicos, quienes debieron colocar “72 puntos internos y externos”.
“Fue muy duro, porque además tuve que pasar una temporada con los brazos separados, de frente, para que no pudiera tocarme y dañar la cicatriz. Imaginarás ir al colegio con semejante chamba. Me ponían apodos espantosos. Monster. Rataniel. Esa cicatriz generó una montadera tenaz. Fue un factor de rechazo constante”.
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Finalmente, el saliente director del Dane afirmó que muchas veces las apariencias engañan y "los que dijeron “este gomelo pendejo” deben estar arrepentidos. El buen gusto está. Y mi círculo de amigos siempre era el de los gomelos. De pronto de ahí viene el acento que dicen que tengo. Pero la gente cree que eso implica ser hijo de papi y mami. Por eso existen los dichos: las apariencias engañan", concluyó.