Toma de Mitú: se cumplen 20 años de uno de los ataques más sangrientos contra la fuerza pública

Luego de varias horas de resistir los oficiales y auxiliares de la Policía salieron para que les respetaran la vida. Dieciséis uniformados murieron y 61 fueron secuestrados.  Cesario Ordóñez, exalcalde de Mitú relata la forma en la que salieron los policías sobrevivientes:

A pocos kilómetros comenzó la retoma para restablecer nuevamente el control por parte de las Fuerzas Militares.

“El comando de la Policía destruido, la Caja Agraria destruida, viviendas destruidas, el parque principal estaba lleno de cráteres”, indicó el coronel Rómulo Fonseca, comandante de la Brigada XXXI de Selva. 

En 2001, tras un acuerdo con el gobierno de Andrés Pastrana, las Farc liberaron a 54 patrulleros y auxiliares de Policía.

A finales de abril del 2007 el subintendente Jhon Frank Pinchao logró fugarse.

En las operaciones Jaque y Camaleón fueron rescatados cuatro oficiales, entre ellos, el ahora general (r) Luis Mendieta.

El capitán Julián Ernesto Guevara murió en cautiverio y aún no hay respuesta sobre lo que pasó con el intendente Luis Hernando Peña Bonilla.

El hecho es recordado como uno de los ataques más brutales contra la fuerza pública y la población civil. Fue denominado por la guerrilla como ‘Marquetalia’.

“Recuerdo las balas, mis compañeros muertos y la incertidumbre, la tristeza de cómo un grupo terrorista acababa con la esperanza y los sueños de una población que quería salir adelante”, indicó el sargento (r) César Augusto Lasso. Vea también: Sargento que permaneció secuestrado más de 13 años revive ese fatídico día

El drama de los familiares del intendente Luis Hernando Peña Bonilla continúa. Saben que fue secuestrado en la toma de Mitú y que años después fue fusilado por las Farc, pero sus restos aún no han sido entregados.

“Él enfermó psicológicamente por la presión tan fuerte que vivió, la tortura, el simple hecho de separarlo brutalmente de su familia”, expresó Elsa Peña Bonilla, hermana del intendente Luis Hernando.

Han pasado dos décadas de la toma a sangre y fuego a Mitú, un recuerdo que para sus habitantes no se han borrado y requieren una respuesta por parte de las Farc.

“Se atrevieron a caminar por trochas, por ríos y llegar a cometer ese error. Ahora que se pueden montar en un avión deben darle la cara al Vaupés”, afirmó Mónica Carranza, habitante de Mitú. 

En estos 20 años la Cuarta División no ha dejado solos a los habitantes de la capital del Vaupés.

“Se crea una brigada que es la XXXI de Selva en ese sector y se inicia un proceso de recuperación no solamente de las heridas, de acompañamiento de la familia sino un proceso de memoria histórica”, afirmó el general Sergio Alberto Tafur, comandante de la IV División del Ejército.

Uno de los oficiales que dirigió la retoma de Mitú, fue el entonces coronel Jair Perdomo, quien era el comandante de la Base de Apiay en Meta.

Relató que les avisaron a las 5 de la mañana de la toma e inicialmente enviaron un avión fantasma y dos OV-10 para que verificaran qué apoyo se podía brindar.

“Los reportes fueron desconcertantes por la forma masiva con la que lanzaban cilindros. La Policía nos decía – nos están disparando del hospital-”.

El excomandante relató que tuvieron uno de los grandes inconvenientes fue no conocer el municipio ni dónde quedaba el hospital.

“No teníamos mapa. Tuvimos que llamar a un policía que había estado en Mitú hacía unos años. Él me dibujó a mano alzada cómo era el pueblo y comenzamos a mirar dónde estaba el hospital para brindarles apoyo”, indicó.

Los guerrilleros habían formado tres círculos para que el apoyo de las Fuerzas Militares no pudiera llegar, por lo que tuvo que ser enviado desde San José del Guaviare y Brasil.

“El apoyo no podía llegar al sitio, teníamos que lanzarlo mucho más atrás. Tuvimos que hacer una base de lanzamiento en San José del Guaviare (…) ubicamos un puesto de mando avanzado para poder mandar las tropas”, aseveró.